Raúl Garreta, presidente de ARLOG, abrió el evento y anunció el relanzamiento del Observatorio ARLOG, con el objetivo de desarrollar indicadores de gestión para operaciones logísticas y la cadena de abastecimiento. También se refirió a “E-senciales: llegar a tiempo cuando el mundo no puede esperar”, el eje del XXIXº Encuentro Nacional de Logística Empresaria, que se llevará a cabo el año próximo de manera presencial. Las disertaciones fueron moderadas por Rodrigo Quiros, miembro de la Asociación.
Zuchovicki anticipó que “nos van a tocar vivir cuatro meses muy complicados”. Al respecto, aseguró que se sumarán más restricciones a las importaciones, en un país que empezó a rebotar económicamente porque hay algo más de consumo. Pero también sostuvo que el Plan “Platita” que propone el Gobierno va a terminar siendo más inflacionario.
Por eso, aventuró que se va a incrementar la conflictividad social. También sostuvo que lo que pase con el Fondo Monetario Internacional será clave. Indicó que la Argentina muestra en la actualidad el mínimo histórico de inversión y que eso implica una falta de la infraestructura necesaria para soportar el crecimiento.
Para finalizar expresó que “hay 268.000 millones de dólares de argentinos en el exterior, más otros 50.000 en cajas y medias, según cálculos del Tesoro, mientras que el valor de todas las empresas argentina es de 30.000 millones de dólares. Entonces, no es problema de plata, es de credibilidad”.
Transporte marítimo
Luego fue el turno de Alejandro Wolf, quién se refirió a la crisis global del transporte marítimo, provocada por la pandemia de COVID-19, cuyo impacto se refleja sobre los stocks de contenedores y sobre las demoras para atracar que padecen los buques.
El especialista señaló que los principales armadores esperan una regularización de los servicios y de la disponibilidad de containers luego del fin de año chino, en febrero próximo, aunque dependerá del comportamiento del mercado y la respuesta de las líneas marítimas. En cuanto a los buques graneleros, dijo que el impacto fue indirecto, porque algunos se están usando para trasladar contenedores. Y estimó que la situación podría recuperarse recién en 2023.
A modo de conclusión, subrayó que “hoy se recomienda anticiparse lo máximo posible, aunque eso no sea garantía. Se debe prestar atención a lo que pasa en el resto del mundo, porque las soluciones no vendrán de acá ni son de corto plazo. Es muy difícil tomar una decisión local para que esto cambie. Los armadores son todos extranjeros y las agencias marítimas están haciendo lo que pueden pero están limitados. La mayoría de nuestras exportaciones son materias primas de precios muy bajos que no pueden pagar los precios internacionales de los fletes. Lo único que nos consuela es que esto ocurre a escala mundial”.
Te puede interesar:
“La pandemia resaltó la oportunidad laboral que existe en la logística”
El año de la logística esencial