El gobierno ha habilitado las estaciones de servicio móviles para desregular el mercado de combustibles. Mediante el Decreto 46/2025, se autorizó el uso de depósitos portátiles autónomos para el despacho de hidrocarburos, con el objetivo de reducir costos y ofrecer una alternativa flexible. En detalle, esta medida hace alusión a la instalación de depósitos portátiles autónomos. Se trata de artefactos que pueden emplearse en puntos fijos o transportarse.
Estas estaciones pueden operar en puntos fijos o transportables sin necesidad de excavaciones profundas ni cimentaciones complejas. Equipadas con tanques sobre el terreno, permiten inspecciones y mantenimiento ágiles. El modelo ya funciona en Europa con empresas como LAFON y el grupo MADIC. Estas estaciones optimizan el uso del espacio y permiten autodespacho, donde los conductores pueden pagar desde el móvil y cargar combustible escaneando un código QR.
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Modelos como estos son algunos de los que pueden llegar al país en el futuro próximo, tras la medida del Gobierno. Si bien el autoservicio ha sido bien recibido, las estaciones móviles generan debate en el sector, ya que podrían competir con las tradicionales. Sin embargo, son una solución estratégica para zonas con alta demanda estacional o acceso limitado a combustibles.
Las perspectivas para 2025 son alentadoras. La industria sigue de cerca la desregulación y evalúa nuevas oportunidades, mientras el gobierno confía en que estas soluciones optimizarán costos y fomentarán el consumo en distintas regiones.