*Por Marcela Marón, Co-Founder en Sincronística Consultora Internacional
A los argentinos nos encantan muchas cosas, entre ellas: comprar productos importados. Por eso, no resulta extraño que en cada gestión de gobierno, cuando se introducen cambios o facilitaciones en los procesos aduaneros vinculados al e-Commerce crossborder, la prioridad suela estar puesta en la importación.
Esto tiene lógica desde el punto de vista del negocio: la importación representa grandes volúmenes y, por lo tanto, mayores ganancias para los operadores logísticos. Pero entonces, ¿Por qué no exportamos desde Argentina a través del canal digital? ¿Por qué, teniendo todo, aún no logramos consolidar un verdadero ecosistema de exportación minorista digital?.
Exportar productos argentinos al mundo mediante el eCommerce Crossborder no requiere grandes reformas, sino ajustes puntuales en los procesos aduaneros, especialmente en el canal postal, que debería convertirse en la vía óptima para transacciones entre personas, de manera simple, rápida y accesible.
¿El canal postal? ¿Qué es? Ya hablaremos de eso en próximas columnas. Pero lo importante es entender que esta es una gran oportunidad. Argentina cuenta con millones de emprendedores y minipymes que ya realizan ventas en nichos específicos, con mercados pequeños, pero con potencial global.
La multicanalidad, y en particular el eCommerce B2C –y entre personas, como me gusta decir-, nos permite pensar en el mundo como una gran aldea digital: donde cada persona puede ofrecer su producción directamente al consumidor internacional. El proceso digital le da viralidad inmediata a los productos, y las plataformas como Mercado Libre, TiendaMIA o incluso marketplaces globales pueden ser el escenario perfecto para esa expansión.
Lee la nota completa en la Revista Énfasis Logística (Página 56).