Por: Cristian Ferreyra*.
La expectativa que genera la inteligencia artificial (IA) como herramienta dominante del futuro de los negocios es innegable. Sin embargo -como en muchos otros temas clave- sólo entendemos la verdadera potencia y aplicabilidad cuando la ponemos en práctica sobre casos de la vida real. Quien esté leyendo estas líneas no se sorprenderá si afirmo que para cualquier organización logística el día a día implica planificar, comprar, transportar, recibir, preparar, clasificar, entregar, devolver. O en general, gestionar el flujo de materiales. En este sentido hay muchas tareas que se desarrollan de forma manual, desincronizada y sin parámetros claros, lo cual termina incidiendo en procesos duplicados, comunicaciones erróneas, gestión de datos con errores, y demoras en las respuestas.
Del otro lado de la ecuación, las soluciones de IA buscan diseñar sistemas que imiten procesos humanos, como el razonamiento, el aprendizaje y la resolución de problemas. Usando algoritmos y modelos para que este aprendizaje automático (ML), sea capaz de realizar tareas complejas de forma autónoma. Entonces, ¿Cuáles son esas cosas que hacemos los humanos y que queremos que las máquinas puedan a hacer por nosotros? Bueno, según el IBM Technology podríamos acotarlos a tres temas claves:
- Descubrir: Hallar lo que estaba ignorado o escondido.
- Inferir: Deducir algo o sacarlo como conclusión de otra cosa.
- Razonar: Exponer razones para explicar o demostrar algo.
Bajo este enfoque -y aplicando la tecnología en operaciones- podríamos entonces consultar y “descubrir” el estado en el seguimiento de una orden. También podríamos “inferir” que -de acuerdo con los niveles de servicios pactados- esa orden tiene un problema. Y finalmente –tras cruzar esa información con otras bases de datos-, podríamos “razonar” una respuesta que explique al cliente el motivo de la demora y/o que active una alerta de resolución al equipo.
Así, esta tecnología podría ser utilizada para dar solución a infinitas aplicaciones en diversas áreas del negocio, desde la detección de fraudes en transacciones financieras hasta la recomendación de productos en el eCommerce, o la atención personalizada en los equipos de customer care. Pero como este artículo va de logística, vamos a explicar dos casos concretos (y muy recientes) en donde la IA resuelve operaciones del día a día actuando de una forma muy
humana.
*El autor del artículo, Cristian Ferreyra, es Director de Logística y Operaciones en Elogia, Board
Member del Council of Supply Chain Management Professionals (CSCMP) Spain RT, Autor de
Growth Logistics, Escalando Negocios Digitales.