La conferencia magistral del Management Logístico 2025 “El Eternauta detrás de cámaras: la logística de contar una gran historia”, ofreció una mirada inédita sobre uno de los proyectos audiovisuales más ambiciosos de los últimos años en Argentina. Leticia Cristi y Matías Mosteirín, productores de K&S Films, compartieron con el público los desafíos, aprendizajes y decisiones que hicieron posible la adaptación de la icónica historieta de Héctor Germán Oesterheld, transformada en serie original de Netflix bajo la dirección de Bruno Stagnaro.
Durante el encuentro, ambos referentes de la industria —con una extensa trayectoria en títulos como Relatos Salvajes, El Clan y La Odisea de los Giles— detallaron cómo hicieron posible que Buenos Aires se convirtiera en el gran escenario de una historia de ciencia ficción, a través de una logística que combinó precisión técnica, coordinación humana y creatividad narrativa. Más que una charla sobre producción audiovisual, la conferencia propuso un recorrido por las estrategias logísticas que sostienen la realización de una ficción de gran escala, revelando cómo cada decisión, desde el vestuario hasta el montaje de locaciones, contribuye a construir una experiencia cinematográfica de nivel internacional.
Dos rubros conectados por la exigencia
Tal como sucede a la hora de diagramar una operación logística, en el set es clave contar con una buena planificación. “Lo que tenés siempre es un plan de rodaje, que es una de las herramientas fundamentales, y hay un montón de documentos que circulan en el rodaje que tienen que tratar de respetarse y, en nuestro caso, debíamos tener mucha flexibilidad a la vez. Nosotros tenemos algo que se llama call sheet, que es donde están todos los responsables de todos los equipos con estaciones para cada día de rodaje”, explicó Mosteirin.
Otro punto en común donde las actividades tienen puntos de encuentro, es en la cantidad de factores que hay que gestionar y tener en cuenta para ser lo más eficientes posibles. Tanto los operadores logísticos cómo los productores audiovisuales tienen bajo su cargo la administración de recursos, insumos y personal con tiempos ajustadísimos. En ese marco, ahorrar tiempos y costos se torna el eje principal para los dos rubros y contar con la mayor cantidad de datos es esencial. “Tenemos el llamado de cada día donde se dice que escena se va a rodar y cuáles son las necesidades específicas que hay para ese día. Esto se desprende de algo previo, que es un desglose, porque cuando vos tenés un guión lo que hacés es ver escena por escena según escenografía, vestuario, locación, el elenco, necesidades de efectos visuales, si es día, si es noche, si llueve, si no llueve, si hay cortes de tránsito», señaló el productor. Hay una cantidad de cosas que se estudian y se deciden escena por escena que pasan a conformar un desglose, que se transforma en el llamado diario de filmación.
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Planificación y comunicación interna. Que cada eslabón esté bien ubicado y sepa qué hacer. Los puntos de contacto son muchos entre la producción de una serie y la operación logística básicamente porque ambas consideran al tiempo como su recurso más valioso. Eso lleva a buscar una mejora constante en la productividad tanto en la Supply Chain, como en el set. “Nosotros filmamos 12 horas por día, dependiendo del proyecto y la duración del break que haya para almorzar, si se filma de día o de noche, en exteriores o interiores. Podés hacer un pre call con los departamentos que necesitan más tiempo de preparación que otros, y tenés el tiempo de preparación del set para lo cual hay una unidad de montaje que va todos los días a cada uno de los lugares donde se va a filmar”, agregó Mosteirin.
Nevando Buenos Aires
Uno de los grandes desafíos que se enfrentó la realización de El Eternauta fue, obviamente, traer a la vida el mundo postapocalíptico y nevado descrito en el cómic. “Hay un equipo que es el que está con el director y la cámara en el barrio, que tiene que ser un lugar que ya esté listo para rodar”, dijo Mosteirin a lo que Cristi sumó: “¡había que poner la nieve! Para nosotros fue clave contar con equipo de avanzada que trabaje en el lugar. Por lo general a la noche o la madrugada, iban los equipos de nieve al lugar, designada antes por el equipo de locaciones que te provee el corte necesario y las autorizaciones necesarias para que pueda bajar la unidad nieve. Así nevamos 100, 200, 500 metros cuadrados”, agregó la productora.
Esto implicó mover toneladas de nieve cada día que después tenían que remover. Un doble proceso logístico cada 24 horas en plena capital porteña que, encima, no involucraba un tipo único de “nieve”. “El jefe de locaciones hace llegar primero a la avanzada, diagrama todo el espacio de nieve, y a partir de que todo eso ya está planificado, es cuando se impone el horario para que llegue la unidad principal para poder empezar a filmar. Después teníamos que sacar todo”, sumó Cristi.
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