Según Overhaul, empresa especializada en gestión de riesgos logísticos, la protección de la carga debe dejar de concebirse como una respuesta reactiva y convertirse en una estrategia integral basada en datos. Esto implica pasar de soluciones fragmentadas a ecosistemas tecnológicos que interactúan entre sí, desde el momento en que se carga la mercadería hasta su destino final. El uso de inteligencia artificial en la planificación de rutas, la identificación de anomalías y el análisis predictivo ya forma parte de la operativa diaria de muchas compañías.
Una de las claves de este cambio es la incorporación de dispositivos como sensores IoT, escáneres biométricos y cámaras conectadas que permiten no sólo vigilar en tiempo real, sino también tomar decisiones automatizadas frente a comportamientos atípicos. Tecnologías como el reconocimiento facial o la verificación por huella digital se utilizan en centros de carga y almacenes de alto valor, donde también operan cerraduras electrónicas, alarmas inteligentes y monitoreo visual permanente. Estas soluciones reflejan un enfoque más dinámico y segmentado, acorde a la complejidad de las cadenas actuales.
El valor del dato
El verdadero eje de este nuevo paradigma es la información. La capacidad de recolectar, analizar y actuar sobre grandes volúmenes de datos en tiempo real permite a los operadores logísticos identificar patrones de riesgo, modificar rutas ante amenazas emergentes y establecer alertas tempranas frente a irregularidades. Esta visibilidad integral mejora sustancialmente la prevención y permite anticiparse a escenarios de interrupción, ya sean provocados por factores humanos, técnicos o climáticos.
En paralelo, la ciberseguridad se ha convertido en un elemento ineludible de la estrategia de protección de carga. Con tantos dispositivos conectados en red y sistemas que operan en la nube, las amenazas digitales —como el ransomware, la suplantación de identidad o las interferencias en los sistemas de navegación— representan un riesgo tan crítico como los ataques físicos. Por eso, las soluciones actuales deben considerar también la integridad de los datos y la infraestructura tecnológica que los respalda.
Un aspecto destacable de esta evolución es que las herramientas ya no están reservadas únicamente a grandes operadores. Gracias a modelos de servicios basados en software (SaaS) y configuraciones modulares, muchas de estas tecnologías están al alcance de empresas medianas e incluso transportistas independientes. En ese marco, la seguridad deja de ser un privilegio de unos pocos y se consolida como una responsabilidad transversal en toda la cadena logística. Para actores como Overhaul, esta nueva lógica no es solo una tendencia, sino el rumbo inevitable del sector.