La agricultura digital, también conocida como agricultura de precisión o agricultura inteligente, se basa en el uso de herramientas digitales como sensores, drones, satélites, software y análisis de big data, para optimizar la gestión de las actividades agrícolas. Como misión general, estas tecnologías buscan recopilar y analizar datos en tiempo real que sirven para tomar decisiones en cada etapa del proceso productivo.
“La trazabilidad agrícola no solo es valorada por los consumidores, sino también por las empresas que la encuentran estratégica para gestionar procesos productivos y tomar decisiones informadas”, señaló Valentín Bastini, gerente global de Nutrición y Bioestimulación de Rizobacter.
En ese sentido, la tecnología de trazabilidad resulta una oportunidad para transformar el esfuerzo de los productores en mejores condiciones de comercialización. “Para el productor, contar con un registro transparente de las acciones que contribuyen al cuidado ambiental es una herramienta poderosa para ofrecer certeza frente a las empresas y los mercados que demandan sus materias primas”, señala Marcos Botta, Co-Founder y CIO & COO (Chief Innovation and Operating Officer) de ucrop.it.
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Los beneficios de la agricultura digital
1. Aumento de la productividad
- Optimización de recursos: Uso eficiente de agua, fertilizantes y pesticidas.
- Toma de decisiones informada: Datos en tiempo real para decisiones más precisas.
- Monitoreo constante: Supervisión continua de cultivos y condiciones del suelo.
2. Reducción de costos
- Eficiencia en el uso de insumos: Reducción del desperdicio de fertilizantes y pesticidas.
- Automatización de tareas: Menos necesidad de mano de obra intensiva.
- Mantenimiento predictivo: Reducción de fallos en maquinaria y equipos.
3. Sostenibilidad ambiental
- Manejo preciso de recursos: Reducción del uso excesivo de agua y químicos.
- Prácticas agrícolas sostenibles: Rotación de cultivos y manejo adecuado del suelo.
- Reducción de emisiones: Menor uso de combustibles fósiles gracias a maquinaria más eficiente.
4. Mejora en la calidad de los productos
- Seguimiento de calidad: Monitoreo de la salud de los cultivos y condiciones de crecimiento.
- Trazabilidad: Registro detallado desde la siembra hasta la cosecha.
- Reducción de enfermedades: Identificación temprana de plagas y enfermedades.
5. Gestión del riesgo
- Pronósticos meteorológicos precisos: Mejor planificación y preparación ante eventos climáticos adversos.
- Modelos predictivos: Análisis de datos históricos para anticipar rendimientos y problemas.
- Sistemas de alerta temprana: Detección rápida de anomalías en el cultivo.
6. Acceso a nuevos mercados
- Cumplimiento de estándares: Facilita el cumplimiento de normativas y certificaciones.
- Información del mercado: Acceso a datos de precios y demanda en tiempo real.
- E-commerce: Venta directa a consumidores a través de plataformas digitales.
7. Innovación continua
- Desarrollo de nuevas tecnologías: Uso de drones, sensores, IoT y big data.
- Investigación y desarrollo: Datos precisos que alimentan investigaciones para mejorar prácticas agrícolas.
- Colaboración y formación: Redes y plataformas que facilitan el intercambio de conocimientos.
En resumen, la agricultura digital ofrece una amplia gama de beneficios que van desde la optimización de recursos y la reducción de costos hasta la mejora de la sostenibilidad ambiental y la calidad de los productos agrícolas.
Marcela Vincenti
