La integración de tecnologías avanzadas y prácticas sostenibles es fundamental para optimizar las operaciones logísticas y afrontar los desafíos ambientales, sociales y económicos del sector.
Entrevistamos a Daniel Merlo, Gerente General de Luján Agrícola S.R.L., quien compartió su experiencia como distribuidores de agroquímicos de Luján de Cuyo, Mendoza: “Quiero dar mi punto de vista de lo hacemos, lo que intentamos hacer y lo que estamos planificando. La logística no era algo que tuviera un peso importante para nosotros, en una decisión de compra o en un manejo de rentabilidad. El impacto que tenía hace diez años era muchísimo menor en una facturación, en un estado de resultado, que el actual. Esto fue cambiando paulatinamente. De repente empezamos a ver que la logística había aumentado su peso y su porcentaje de incidencia en un estado de resultados. Era un costo que tenía un mayor impacto. Nosotros no queríamos ganar dinero con la logística sino neutralizar un poco ese impacto”.
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Al respecto, así lo relata Merlo: “Empezamos a ver alternativas y métodos que teníamos para ser más eficientes y nos encontramos con que había negocios atrás de esto que tenían que ver con almacenar productos de nuestros proveedores. Este negocio consistía en traer mercadería del puerto de Buenos Aires a Mendoza e incluía la logística de repartirla a nuestros clientes. Así empezamos a entender que la logística podía ser un negocio para nosotros y la empezamos a analizar desde ese lado. Si nosotros traemos la mercadería a Mendoza en camiones, en bitrenes o en una logística mucho más eficiente, tenemos que almacenar esos productos acá y después armar una red de distribución que tiene que ver con una logística regional. Esta logística regional abarca desde Cafayate (Salta) hasta La Rioja, Catamarca, San Juan, Mendoza y el valle de Río Negro. Entonces a través de la logística ofrecemos una solución integral de la región oeste de Argentina”.
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El rol clave de la sustentabilidad
Mercedes Saraceni, Gerente de Comunicación Institucional y Sustentabilidad de Nera, un ecosistema digital de pagos y financiamiento para el agro, explica el papel que juega el distribuidor en la sustentabilidad: “Hay una demanda creciente a nivel global de mejorar la manera en que se producen los alimentos. Cada vez se necesitan más alimentos producidos de una manera más sostenible. Ese cambio en la demanda genera que toda la cadena tenga que transformar su manera de producir para responder a esas necesidades. Esto sucede tanto del lado de los mercados como de las compañías fabricantes o laboratorios. Al ser compañías globales tienen compromisos de sustentabilidad, metas de reducción, metas vinculadas al cambio climático al 2030 o al 2050. Tienen que empezar a mirar su huella de carbono. Toda la distribución forma parte de la huella de carbono y del alcance que tienen estas insumeras y laboratorios grandes”.
El distribuidor tiene que adaptarse a esa demanda, desde el lado de los mercados y también desde el lado de los laboratorios como parte de la cadena de valor de ese laboratorio. Al mismo tiempo es una gran oportunidad porque la distribución tiene un rol central sobre la agricultura, y sobre todo en Argentina. El 65% de las ventas se canalizan a través de la distribución. Funcionan como nodos, como puntos de conexión de esas marcas, con su red de clientes y productores, que son los que en definitiva terminan estando en el lote aplicando esas buenas prácticas. Es una oportunidad para canalizar y ser un vehículo que haga que sucedan esas buenas prácticas en el campo.
Proyectos amigables con el medio ambiente
“Nos estamos profesionalizando mucho en la logística de última milla, que ya hacíamos pero que ahora estamos llevando a cabo de manera más eficiente. En todos nuestros depósitos, el 60% del consumo energético nos lo estamos autoabasteciendo con energía solar. Con el proyecto que estamos haciendo del depósito robotizado la idea es que el 80% sea autoabastecido con energía solar».
El depósito robotizado que estamos planificando tiene robots eléctricos y ahí sí hay motores, no de altísimo consumo, pero restamos el tema de la carga de batería de los autoelevadores. Todo esto tiene un impacto importante en la huella de carbono y en la sustentabilidad en general”, detalla Daniel Merlo, Gerente General de Luján Agrícola S.R.L.
Buenas prácticas sustentables
Mercedes Saraceni opina que hay un gran desafío que tiene que ver con el cambio climático: “Algunas iniciativas tienen que ver con reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, medir la huella de carbono y mitigarla. También es importante mencionar el uso eficiente de los productos que se aplican en el lote hasta los combustibles con el cual se abastecen las maquinarias, eficiencia logística que contempla desde el consumo de combustible hasta el cambio de neumáticos, por ejemplo».
Las empresas son plenamente conscientes de las iniciativas sostenibles, pero a veces se dilatan un poco los tiempos de adopción de algunas prácticas. El costo es muy alto y los beneficios no son tan tangibles a corto plazo. El desafío es cómo generamos colaborativamente incentivos para que esto ocurra.