Con argumentos técnicos tales como «evitar el salto de posiciones arancelarias» y controlar la correcta «declaración de valor» en mercaderías de importación, la AFIP avanza en la verificación exhaustiva de las cargas y no deja resquicio sin cubrir.
Sin embargo, los operadores de comercio exterior (despachantes de aduana e importadores) ven una nueva excusa en esta multiplicación de los controles, donde el Gobierno argumenta que busca «una mayor trazabilidad y transparencia en la cadena logística» y proteger al fisco de las «evasiones tributarias».
De hecho, la lectura que el sector privado hace es que el Gobierno profundiza su pretensión de evitar la salida de dólares, por un lado, y se afirma en la protección de la industria nacional frente a una supuesta «competencia desleal internacional» que ve a la plaza local como un lugar tentador para ser «invadido» con excedentes de producción de países en crisis.
La AFIP, que desde febrero impuso la obligación de presentar una declaración jurada anticipada de importación (DJAI) antes de colocar una orden de compra en el exterior, refuerza así su tarea fiscalizadora en el «campo», es decir, en la misma zona primaria aduanera (en puertos y en aduanas del interior), para verificar y cotejar la DJAI con la documentación del despacho y la mercadería que llega finalmente al país. Así lo establece la resolución general 3304 de la AFIP, cuya publicación en el Boletín Oficial, al cierre de esta edición, se esperaba para hoy o a lo sumo para mañana.
Algunos promedian entre un 20 y un 25 por ciento la caída en el movimiento de contenedores de importación en el puerto desde la instrumentación de las DJAI y desde el filtro sistemático de la Secretaría de Comercio Interior, que observa más del 60% de esas declaraciones.
La AFIP aduce que el trabajo estará a cargo de nuevos equipos multidisciplinarios -que serán integrados por la Aduana- que operarán en todas y cada una de las instancias de liberación de las mercaderías de importación, «en contacto permanente con los veedores de las distintas cámaras industriales», según pudo saber LA NACION de fuentes oficiales.
Fuente La Nación