Catalogados como «gestos de buena voluntad» para facilitar el diálogo entre funcionarios de ambos países que comenzará el lunes, la Argentina y Brasil comenzaron ayer a destrabar parte del comercio bilateral. En particular, parte de los 3000 vehículos que habían sido retenidos en la aduana brasileña recibieron la autorización para ingresar en ese mercado.
A cambio de esta medida, «la Argentina va a mostrar la buena voluntad correspondiente», indicaron voceros del Ministerio de Industria. La exigencia brasileña, transmitida el martes por el embajador brasileño, Enio Cordeiro, a la ministra Débora Giorgi , es que se agilice la tramitación de licencias no automáticas (LNA), que estaban retrasadas para la importación de neumáticos, calzado y baterías para autos.
Un vocero del Ministerio de Desarrollo brasileño afirmó que su gobierno «emitirá algunas licencias para el ingreso de vehículos, en un volumen aún no definido», y «en contrapartida, también como gesto de buena voluntad, la Argentina autorizará el ingreso de algunos productos brasileños como baterías, calzados y neumáticos». Según las declaraciones recogidas en Brasilia por la agencia AFP, el vocero insistió en que «esto no significa el levantamiento de las medidas adoptadas hace una semana», en referencia a las LNA que pueden demorar hasta 60 días los trámites de importación de autos.
«En principio están liberando unos 600 autos, y entre lo que queda del día y mañana [por hoy] estarían liberando el resto», confirmaron fuentes de la industria automotriz argentina ayer a última hora de la tarde. Este paso era la condición que había puesto el Gobierno para acordar la reunión entre los secretarios de Industria de ambos países, Eduardo Bianchi y Alessandro Teixeira. El mecanismo elegido por Brasil fue el de permitir que los embarques que habían partido de la Argentina antes del jueves de la semana pasada (cuando se instrumentaron las LNA brasileñas para autos) pudieran ingresar presentando las licencias normales que habían tramitado. «En realidad, lo único que se liberó era lo que ya estaba en tránsito antes de que la norma entrara en vigencia, pero lo demás está en standby «, precisó el gerente de una automotriz que aún tiene unos 500 vehículos detenidos en la frontera, aunque ya logró la liberación de 200 unidades.
Fuente: La Nación