Después de varias repercusiones entorno a la disposición presentada por Brasil donde exigía una licencia para las importaciones, el gobierno decidió dar un paso atrás, según anunció el ministro de Hacienda, Guido Mantega.
Según el ministro, la medida no buscaba restringir las importaciones argentinas y con la vuelta atrás de la misma, se pretende calmar los ánimos y las confusiones surgidas a partir del lunes último, cuando la dieron a conocer.
La disposición consistía en la exigencia de una licencia previa de importación, que pese a que no consistía en una barrera tarifaria, causó críticas en los países integrantes del MERCOSUR.
La restricción se dio a conocer luego de que se supiera que Brasil presenta un déficit en la balanza comercial de 645 millones de dólares, en lo que va de enero.
El gobierno brasileño argumentó que el motivo de la exigencia era monitorear las estadísticas de las importaciones e identificar las divergencias de las operaciones comerciales.
El procedimiento en cuestión consistía en un trámite electrónico realizado a través del Sistema Integrado de Comercio que transcurre en un plazo máximo de diez días.
Un 60 por ciento de las importaciones iban a ser perjudicadas con esta licencia previa para liberar sus cargas. Desde ahora, las reglas vigentes seguirán siendo las mismas que antes que se adoptara la disposición.