Alonso Ferrando, consideró que, si bien «persiste la debilidad del comercio global, por el bajo dinamismo de la demanda, la caída en los precios de las commodities, un menor ritmo de liberalización comercial y un freno en la expansión de las cadenas globales de valor», el principal problema de la Argentina no pasa por el contexto internacional.
Por el contrario, el experto subrayó que «el posicionamiento del país depende más de las reformas internas». Al respecto, destacó que debe «atenderse el bajo grado de competitividad de la economía, tal como lo demuestra la caída en la participación de las exportaciones locales en el total mundial». Lo hizo en el marco del VII Congreso Internacional de Ciencias Económicas, organizado por la Universidad de Belgrano, el 19 y 20 de abril pasado.
En el mismo panel, Alejandro Ramos Martínez, especialista del Instituto para la Integración de América latina y el Caribe (INTAL) del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), manifestó que «la apreciación del dólar contribuyó a una ‘nueva normalidad’, identificada por un acompañamiento en las tendencias de las tasas de crecimiento del comercio mundial y de las exportaciones de América latina, medidas ambas a valores constantes». No obstante, fue cauto al pronosticar un horizonte a largo plazo, «dada la relativa debilidad de la demanda real».