Con la asistencia de cerca de trescientos profesionales y empresarios ligados a la logística nacional, el evento organizado por Énfasis Logística dio inicio a una jornada dedicada al estudio de las cadenas de abastecimiento ágiles, y su importancia en el diseño y desarrollo de las estrategias de aprovisionamiento de las empresas.
El evento cuenta con la participación del especialista Martin Christopher y apunta a resumir algunas de las estrategias que las compañías internacionales llevan a cabo para imprimir mayor flexibilidad y capacidad de adaptación a sus negocios.
Con una amplia experiencia en el ámbito gerencial que lo ubica como uno de los referentes en Agile Supply Chains, Martin Christopher es Profesor de Marketing y Logística en Cranfield School of Management, y dirige el Centro para la Logística y el Supply Chain Management, el más grande en su tipo en Europa.
Asimismo, el catedrático es co-fundador del International Journal of Logistics Management y fue su editor conjunto por 18 años. Es un colaborador regular en conferencias y workshops en todo el mundo.
Organizado por Énfasis Logística, el encuentro cuenta con el apoyo de la Asociación Argentina de Logística Empresaria (ARLOG) y la Cámara Empresaria de Operadores Logísticos (CEDOL), además del auspicio de la Universidad Católica Argentina (UCA), Universidad Austral, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y la Embajada Británica en Buenos Aires. Asimismo, es sponsoreado por empresas tales como Hormetal, Oracle, Correo Argentino – Unidad de Servicios Logísticos, Gefco, Aerolíneas Argentinas, CH Robinson, Celsur, IFlow, VK Sur, Totvs, Redecolsa, y Diagnóstico y Servicios Logísticos.
Integrar la información
Durante esta primera etapa, el especialista se apoyó en uno de los principios más conocidos del sector privado: el lema de Paretto. De acuerdo con Christopher, se estima que el 20 por ciento de la variedad de productos alcanza el 80 por ciento de la demanda total, delineando el panorama sobre la composición de la distribución a nivel general.
«Hay que dar mayor prioridad los productos que menos se venden», puntualizó el docente de Cranfield School of Management. «Tenemos opciones: podemos diseñar» estrategias y alternativas, propuso.
«La demanda real es ustedes y nosotros», destacó.
Según Christopher, en una cadena de abastecimiento tradicional, la información no es compartida de la mejor manera entre las distintas empresas que forman parte de la supply chain, con lo cual se hace necesario establecer ciertas pautas de trabajo colaborativo.
«En el diseño de la cadena de abastecimiento tenemos que contemplar las decisiones finales», afirmó. «Necesitamos trabajar juntos», exhortó.
Lean vs Agile
Para Christopher, hay una delgada línea entre las cadenas de abastecimiento esbeltas (lean) y las ágiles (agile), pero las diferencias derivadas de ellas son notorias. Entre ellas, se destacan:
– Pronósticos en un nivel general, cantidades económicas de lotes y maximización de la eficiencia, para el caso de las Lean Supply Chains.
– Demanda direccionada, configuraciones localizadas y maximización de la eficacia para las Agile Supply Chains.
Entre ambas propuestas se debate, entonces, las estrategias en cuanto a la administración de inventarios.
Decoupling points
En base a estas diferenciaciones, el catedrático identificó ciertos puntos de inflexión, enmarcados en el concepto de decoupling point. Uno de ellos, entre flujos de productos push y pull ligados al manipuleo y stock de los productos terminados. El otro, entre las fábricas y la información directa de las ventas y el mercadeo.
En ese contexto, el factor tiempo cobra mayor relevancia a la hora de agilizar los procesos.
«Tenemos largos procesos, pero porque nos demoramos en los movimientos y en los lead-times», sostuvo el especialista. «¿Adónde va ese tiempo?», se preguntó.
«Es necesario acortar los lead times para dar mayor precisión a los pronósticos», recomendó Christopher. «Los errores de planificación son la principal causa por la cual tenemos stock de seguridad», explicó.
De todas maneras, remarcó la necesidad de contemplar las particularidades de los mercados regionales, los productos y las empresas en sí mismas. «Diferentes países significa también diferentes requisitos y necesidades, con lo que hay que buscar la forma de adaptar los productos», apuntó.