Con una inversión de 100 millones de dólares, la Central de Transferencia de Cargas, desarrollada para descongestionar el tránsito de camiones de la zona sur de Buenos Aires, se construirá en un predio de 37 hectáreas. Allí se realizarán maniobras de carga y descarga, devolución de mercadería, crossdocking, almacenamiento y se brindarán servicios vinculados a la logística del transporte de cargas.
El 22 de diciembre del 2010 FADEEAC obtuvo la tenencia precaria del predio delimitado por la Avenida Cámpora, las calles 27 de Febrero, Pergamino y la Avenida Roca, «con el objeto de preservarlo y de propiciar la presentación de un proyecto bajo la forma de iniciativa privada» contó Daniel Indart, titular de la FADEEAC.
El proyecto fue presentado por FADEEAC en octubre del año 2011 y el jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, lo aprobó y envió a la Legislatura porteña. La Ley requería una doble lectura ya que modifica el código de planeamiento urbano de la Ciudad. Es por eso que se debatió íntegramente dos veces en el recinto, y necesitó la aprobación de 2/3 de la totalidad de los legisladores.
En la primera sesión, la norma fue votada por 42 legisladores de la Ciudad, no obtuvo ningún voto en contra y pasó a segunda lectura y aprobación. Luego de la audiencia pública realizada el 13 de diciembre de 2012, el día 20 de diciembre alcanzó 44 votos positivos y 14 negativos en el marco de la sesión extraordinaria de la Legislatura.
El presidente de la FADEEAC, Daniel Indart, junto a Hugo Membrive, vicepresidente; Lucio Zemborain, asesor legal; Laura Villemin, titular de la CEAC; Roberto Luppo de AECA; y Patricio Rotman, responsable del área financiera de la Administradora, se presentaron en la Legislatura porteña para explicar los alcances y objetivos del proyecto.
Indart explicó que «si bien FADEEAC es una asociación civil sin fines de lucro, reunió la mayor cantidad de empresas de la Argentina dedicadas al transporte de cargas y, especialmente, a las que operan en los barrios del sur de la ciudad, para llevar adelante la propuesta para crear una Central de Transferencia de Cargas». Estas firmas conformaron la CTC Administradora S.A. con un esquema similar al de una cooperativa.
«Hemos dado al proyecto todo el apoyo técnico que fuera necesario porque estamos convencidos que este Centro es de gran beneficio no sólo para el sector, sino para la comunidad», aclaró.
Y agregó que «desconcentrará los barrios del sur de la Ciudad de la operación de los camiones en los depósitos que actualmente están ubicados en esa zona, con el consiguiente beneficio para los vecinos y para la puesta en valor inmobiliario».
Por otro lado «dotará a la Ciudad de Buenos Aires de un centro único en el país, por su tamaño y tecnología, y uno de los pocos en la región, que la colocarán a la cabeza de la infraestructura en esta materia». Además, «aliviará la circulación de camiones de gran porte por las calles de la ciudad, beneficiando el medio ambiente».
El titular de FADEEAC también reconoció que «mejorará las condiciones de trabajo no sólo de aquellos que se desempeñan hoy en depósitos de mucha antigüedad y que pasarán a hacerlo en instalaciones modernas y adecuadas a los requerimientos actuales, sino también de aquellos que deben llevar o retirar cargas y que para eso deben recorrer durante horas la ciudad para concurrir a varios depósitos».
En otro orden Indart resaltó que «generará inversión genuina del orden de los 100 millones de dólares, que quedará en beneficio de la ciudad, al finalizar la concesión».
Además, expresó que «desde el punto de vista institucional, para FADEEAC el principal desafío de este momento, es apoyar esta iniciativa que, desde donde se la analice, resulta de gran valor para la comunidad, integrada por los vecinos, los empresarios y los trabajadores».
El arquitecto Carlos Salaverri, quien desarrolló el proyecto que contará con una zona de crossdocking, un área de servicios generales y otra destinada a los usuarios, consideró que «este tipo de infraestructura facilita la circulación de camiones por la red de tránsito pesado», y contó que «uno de los requisitos que se cumplió es su ubicación a no más de 500 metros de la red destinada al transporte de cargas».
