El Gobierno intervino ayer para intentar resolver el conflicto salarial entre el sindicato de camioneros y los empresarios del sector. Con ese objetivo, el flamante secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, se reunió en forma separada con el líder gremial Hugo Moyano y el titular de la Federación de Empresas del Transporte (Fadeacc), Luis Morales.
Según dijo a Morales a LA NACION, «se interiorizó» al flamante funcionario sobre «la problemática del sector» y «no hubo respuestas definitivas del Gobierno» a la solución del conflicto. No obstante, el Gobierno busca la posibilidad de destrabar una deuda de 500 millones de pesos que la Casa Rosada tiene desde enero de 2008 con los empresarios en concepto del Régimen de Fomento de la Profesionalización del Transporte de Cargas.
Esto significa que el Gobierno reintegraría los aportes patronales ya hechos por las 45 cámaras que integran la Fadeacc. Aunque Morales no lo admitió, ello permitiría al sector empresario formular una oferta salarial al sindicato, que hasta ahora «fue nula» después de dos encuentros realizados en el Ministerio de Trabajo.
De todas maneras, mañana se reunirá en Rosario el Consejo Federal de la Fadeacc y decidirá los pasos por seguir.
El secretario adjunto del sindicato camionero, Pablo Moyano, condujo las negociaciones en nombre del gremio y solicitó un aumento de sueldos del 25 por ciento. Tanto Hugo como Pablo Moyano iban a anunciar ayer la realización de un paro de 72 horas en una conferencia de prensa que se convocó en la Federación de Camioneros, después del encuentro del consejo directivo.
Pero según supo LA NACION una llamada telefónica de Schiavi hizo dar marcha atrás cualquier anuncio de Moyano y lo invitó a una reunión posterior con Morales.
No obstante, el sindicato cumplió con la formalidad de anunciar el «estado de alerta y movilización» y convocaron para el viernes próximo a «una asamblea de secretarios generales» de camioneros en Parque Roca. Así lo hicieron los secretarios de Prensa y Adjunto de la federación gremial, Raúl Altamirano y Marcelo Dainotto, respectivamente. El viernes se anunciaría la huelga, siempre y cuando no lleguen antes a un acuerdo.
El sindicato de camioneros quiere reunir a 25.000 dirigentes en Parque Roca, pero la convocatoria genera sospechas entre los colegas de Moyano en la CGT.
El camionero Altamirano dijo a LA NACION que «si se llega a un acuerdo salarial, el acto se levanta». Sin embargo, representantes de «los Gordos» y de los «independientes» dijeron a LA NACION que Moyano «quiere mostrar un gran protagonismo y reunir a su gente apuntando más a la pelea interna en la CGT, donde su liderazgo quedó cuestionado, que a la lucha por un aumento que ya consiguió con el apoyo del Gobierno», le cuestionan. Pablo Moyano, en tanto, advirtió que «habrá aumento por las buenas o por las malas».
Fuente: Luis Laugé – LA NACION