Con la moderación de Juan Luis Bour (FIEL), Vittorio Corbo, Consejero externo del Banco Santander y ex Presidente del Banco Central de Chile, inició el ciclo de disertaciones refiriéndose a las «Tendencias y perspectivas de la economía mundial».
En su exposición destacó la gran diferencia entre el dinamismo de los países avanzados y el de los emergentes, y presentó una interesante cronología de la evolución de la participación de los países asiáticos en la economía mundial: «China e India a inicios del siglo XIX eran el 50% del PBI mundial, sólo el 20% a principios del siglo XX y 8,7% en 1950. En 2010 se evidencia una gran recuperación, ya que alcanzan a representar el 19% del PBI mundial. Actualmente los países emergentes, liderados por China, dominan la demanda de acero, cobre, petróleo y acumulan mayores reservas».
Señaló también que «el crecimiento de los emergentes no será parejo y habrá periodos de sobre-expansión y ajuste, pero la tendencia debería ser favorable. Se estima que en 2016 los emergentes alcancen el 55% del PBI mundial». Gracias a esta situación, señaló Corbo, se crea clase media todos los días en estos países.
Tendencias de un futuro aún incierto
A la hora de analizar el escenario futuro, el ex Presidente del Banco Central de Chile, destacó que el FMI proyecta que los productos primarios seguirán con buenos precios los próximos 20 años al menos, y que los asiáticos se van a desacelerar pero seguirán creciendo a 9% China y a 7% India. En cuanto a nuestra región, señaló que los países están llegando a su límite de capacidad instalada, por eso deben invertir en el desarrollo.
Sobre la situación en la Unión Europea remarcó la dificultad que está evidenciando para lograr acuerdos entre los miembros, y la insuficiencia de las medidas tomadas hasta ahora. «El problema central es Italia, que tiene gran deuda y debe pedir más. Es necesario estabilizar a Italia más que a Grecia y no han tomado medidas concretas, Italia no ha crecido en la última década más que ¼ de punto al año. La Unión Europea debe financiar un gran fondo para estabilizar los mercados de deuda de Italia y España. La región va a tener crecimiento bajo por mucho tiempo y aumenta la probabilidad de que toda la zona entre en recesión».
Con respecto a la evolución de la economía estadounidense indicó que se está recuperando lentamente, y que a fin de año se acaban muchos programas de estímulo y todavía no han podido reducir significativamente el desempleo.
A modo de conclusión:
o Las proyecciones de crecimiento se han corregido mejor en EEUU y Japón. Bajo crecimiento en Europa y estabilizado en China, India y Latinoamérica.
o China crecería 8,5%, Brasil entre 3 y 4%. Zona Euro probable recesión o cerca de 0%.
Latinoamérica, flujos de capital y política cambiaria
Gustavo Cañonero, Director General y responsable de Investigaciones Económicas para Mercados Emergentes del Deutsche Bank, fue el encargado de desarrollar esta temática. En primer término se refirió a la situación de los países centrales, que están «encarando un proceso de desendeudamiento, con muy poco espacio para políticas públicas y con consumidores y empresarios deprimidos» situación que se extenderá al menos durante algunos años.
Sobre los mercados emergentes destacó «realmente se han desacoplado de esta crisis. Latinoamérica ha demostrada una fortaleza increíble frente a la crisis, en base a buenas políticas en casi todos los países».
Esta situación, según Cañonero, ha producido un incremento en el ingreso de divisas en los países emergentes y un cambio en el flujo de capitales. Latinoamérica resulta un poco «espectador» de este proceso, que no controla y que puede afectarlo.
En su conclusión expresó que «mucha prudencia en las políticas de la región ha permitido sortear la crisis, y ha logrado estabilidad nominal. Sin embargo, es muy difícil saber que va a pasar con el flujo de capitales. Los asiáticos seguirán invirtiendo en la región, pero dependerá también de lo que pase en la Unión Europea».
Los desafíos del contexto global y la estabilidad económica y financiera
Para abordar esta temática la conferencia contó con la presencia de Mario Bergara, Presidente del Banco Central de Uruguay.
En sintonía con las presentaciones anteriores se refirió a la debilidad de las economías y monedas de los países desarrollados, y al alto crecimiento y aumento del consumo que están viviendo los países emergentes.
En referencia a la realidad regional, Bergara manifestó que los buenos precios de los commodities deben ser una plataforma de desarrollo y, que si bien continúan aumentando el crecimiento y el consumo, se está llegando a los límites de producción de la región.
En este sentido, los países de la región deberán enfrentar «desafíos macroeconómicos: como la estabilidad de precios y financiera con competitividad, y desafíos estructurales: infraestructura, inclusión financiera y educación», señaló el especialista y continuó «lo único que sustenta el crecimiento es la productividad. Sólo se puede hacer sostenible el proceso a través de ella». Finalmente y, a modo de conclusión, hizo un llamado a «Aprovechar la actual fortaleza para poder regular los sistemas financieros».
Temas estructurales de Argentina
Con la moderación de Ricardo López Murphy, especialistas de FIEL abordaron el último panel de la jornada.
En primer lugar, Daniel Artana presentó un informe sobre la actualidad de los «Impuestos Subnacionales en la Argentina», y luego de analizar las problemáticas específicas del tema realizo algunas sugerencias de reforma como:
o Convertir las transferencias discrecionales en automáticas es una mala idea. Mejor sustituirlas por mayores potestades tributarias de las provincias.
o Reemplazar Ingresos Brutos por un IVA provincial mejoraría notablemente la tributación provincial.
A continuación fue el turno de Santiago Urbiztondo, quien planteó: ¿La política regulatoria actual permite disfrutar de servicios públicos más baratos?
Al respecto señaló que el paradigma regulatorio post-2003 no respeta «buena práctica» en materia de:
o Focalización: No promueve competencia confinando la regulación directa a los monopolios naturales.
o Instituciones: Hay entes intervenidos, «estatización» permanente, confusión de roles (ENARSA)
o Transparencia: Decisiones unilaterales, sin audiencias ni consultas públicas, apelando a la Ley de Emergencia.
o Nivel, estructura y ajuste tarifario: Tarifas por debajo de los costos de largo plazo, subsidios para cubrir mayores costos, tarifa social inexistente o mal concebida.
o En general, aplica «comando y control» discrecional sin incentivar la inversión y la eficiencia productiva.
Todo esto genera consecuencias como insostenibilidad fiscal por subsidios crecientes, deterioro de calidad y cobertura por menores inversiones e «ilusión tarifaria» ya que los servicios parecen más baratos de lo que realmente son, entre otras.
En sus conclusiones el especialista manifestó que el gobierno reconoció el problema fiscal y por eso comenzó a reducir los subsidios, pero también que profundiza la discrecionalidad, todavía sin claves sobre tarifa social. Finalmente dejó un mensaje optimista, en cuanto a que la baja de subsidios reducirá la «ilusión tarifaria» y, por ende, se creará/fortalecerá la demanda social por bajar costos. Esto, declaró, «llevará algún tiempo, pero se inicia un nuevo ciclo».
El final quedó a cargo de Marcela Cristini, quien se refirió a «La construcción de un Estado moderno y eficaz para la Argentina». En su presentación realizó un análisis del funcionamiento del estado y la forma en que éste administra y utiliza sus ingresos en beneficio del país: «La eficiencia general del gasto público para proveer calidad de vida, equidad, reducción de la pobreza y un clima de negocios apropiado para el sector privado es baja en comparación al contexto internacional. Los mismos resultados podrían lograrse con una reducción sustancial del gasto público». La educación fue uno de los puntos centrales de la presentación, y la escuela secundaria fue la que mostró los peores indicadores en cuanto a su calidad. Al respecto la especialista indicó que «la elaboración de los indicadores de eficiencia que identifican las mejores prácticas internacionales sugieren que los problemas principales de la Argentina no se refieren al nivel del gasto sino a la organización y calidad de sus recursos».