La fuerte desaceleración económica mundial golpeó a Chile durante el primer mes del año en sus exportaciones – que disminuyeron un 43 por ciento – y sus importaciones – que cayeron un 27 por ciento – según informaron desde el Servicio Nacional de Aduanas (SNA).
Si bien durante gran parte de 2008 las cifras fueron positivas en materia de exportación, ya en el último trimestre pudo advertirse una importante merma, en especial a los principales destinos de los embarques chilenos, países como Estados Unidos y China. Esto provocó que el monto de los envíos aumentara sólo un 4 por ciento durante el último año.
El escenario actual no es esperanzador, al menos a corto plazo. Y el Banco Central prevé que para este año las exportaciones e importaciones continuarán disminuyendo considerablemente. La situación preocupa a los principales sectores de la economía nacional, que están analizando cómo hacer frente a la crisis financiera.
El retroceso del 43 por ciento en las exportaciones del mes pasado – comparado con el mismo período del año anterior – implicó embarques por 3.698 millones de dólares, según informó el SNA. La fuerte caída se adjudica a la recesión mundial, que provocó una caída en la demanda de los principales países compradores de Chile, lo que causó precios más bajos y el consumo de sólo algunos productos.
De esta manera, las exportaciones enviadas al continente americano se redujeron en un 25 por ciento con respecto a enero de 2008, en especial en el caso de Estados Unidos, donde los embarques realizados sumaron 119 millones de dólares menos que el mismo período del año anterior. En Europa, el total de envíos cayó en un 53 por ciento, cifra similar a la registrada en China.
El cobre fue protagonista en la reducción de las exportaciones, con envíos de 1.940 millones de dólares menos que el año pasado. También disminuyeron los embarques del sector frutícola y de celulosa, producto que registró una merma del 29 por ciento.
Con respecto a las importaciones, revelaron un total de 3.053 millones de dólares, equivalente al 27 por ciento menos en comparación al año último. El sector de los combustibles fue uno de los que más influyó en la caída, con un 50 por ciento respecto de 2008. También impactó al sector automotriz, que mostró un descenso del 66 por ciento en las compras de vehículos.