Para Aprocam, la entidad que nuclea a los empresarios del transporte de carga pesada, la circulación de bitrenes por las rutas argentinas es un proyecto que tiene muy poca viabilidad.
El tema saltó a la agenda pública luego de que la Presidenta la semana pasada ocupara el espacio de la cadena nacional para dar a conocer que autorizará mediante una resolución la circulación de bitrenes por la rutas argentinas. Los así denominados no son otra cosa que unos supercamiones de cinco ejes que pueden transportar casi el doble de carga que un camión convencional, con menos uso de combustible y sin provocar daños superiores a los ordinarios en las rutas nacionales.
En suma, según dijo Cristina Fernández, sería un sistema de transporte de carga mucho más eficiente y moderno que ya se usa en muchos países del primer mundo.
La primera mandataria también destacó que en la Argentina hay empresas que se dedican a la fabricación de estos superacoplados. Precisamente entre el auditorio que seguía su discurso el 23 de abril estaban los representantes de las cuatro fábricas que hacen estos semirremolques, firmas que casualmente también hacen maquinarias agrícolas de las que se usan en La Pampa Húmeda.
Pese a las alabanzas que hizo la Presidenta de los nuevos camiones, durante su discurso, los referentes del transporte no le ven muchas posibilidades de aplicación.
Hay fundamentalmente tres razones por las que el vicepresidente de la entidad, Andrés Di Césare, considera que la idea es «apresurada».
En primer lugar, porque para el sector camionero implica una reconversión muy costosa. Cambiar las flotas de camiones supone inversiones millonarias que los empresarios se verían obligados a encarar para no quedar fuera del mercado. Ellos saben que siempre aparecerá un inversor grande que comenzará a ofrecer los nuevos camiones y comenzará a competir con precios, porque lógicamente al que necesite transportar mercancías le va a convenir llevar más carga en cada envío.
«Este es un momento difícil para que las empresas del sector encaren inversiones, porque la actividad ha disminuido mucho. Entre el 30% y 40% de los camiones de las empresas están parados. Esto se viene sintiendo desde el segundo semestre del año pasado. Se nota el freno que tienen la producción y la actividad económica», se lamentó Di Césare.
En segundo lugar, porque para que estos camiones comiencen a transitar hacen falta otras rutas. En la Argentina escasean las autovías, por lo que si camiones de 25 metros de largo comienzan a circular sería necesario una red caminera adecuada.
Lo ideal -sostiene Di Césare- sería que haya rutas inteligentes con sistemas de tránsito que permitan adaptar la circulación a los flujos de tránsito. «Estas cosas en la Argentina no existen, y ponerlas en práctica requiere de grandes inversiones», acotó.
«No me imagino cómo se podrían mover estos camiones por la ruta internacional a Chile -sostuvo el dirigente de Aprocam-, y en realidad el 70% de la carga que mueven las empresas camioneras radicadas en Mendoza es mercadería que se exporta, es decir, que transita por el corredor internacional. Sólo el 30% de las cargas que trasladan las empresas locales es para comercio interno».
Estimó que sólo sería viable usarlos para tramos cortos, por ejemplo para trasladar el cereal hasta los silos en las zonas donde se plantan granos.
Por último, el empresario recordó que para poner en práctica este nuevo sistema de transporte hay que adecuar la Ley Nacional de Tránsito, que actualmente no permite la circulación de camiones de más de 45 toneladas, cuando los nuevos rodados pesarán 80 toneladas.
Scania, el único proveedor
Para tirar de estos gigantescos acoplados también hacen falta camiones equipados con supermotores que sólo el gigante internacional Scania fabrica en la región. Con lo cual se estima que debe haber existido lobby por parte de la automotriz para acelerar la introducción de estos camiones en el país. Esto, porque supone un aumento de la demanda porque no tienen competidores que fabriquen camiones capaces de tirar de los acoplados dobles.
Los costos
Aunque no hay estimaciones de los costos de los acoplados, se estima que el camión para tirar de los bitrenes costaría alrededor de $1,5 millones, cuando actualmente un camión convencional sale alrededor de $1,2 millones.
Su inclusión se hizo por decreto
El 23 de abril la jefa de Estado entregó el decreto que autoriza la circulación de bitrenes a autoridades de diversas cámaras empresariales como la Unión Industrial Argentina, la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina), y la Confederación General Económica.
El decreto que firmó la Presidenta incorpora el concepto de las unidades tractoras con dos semirremolques biarticulados, y se modifica el largo y el peso admitido por estas unidades, de 25,25 metros y 75 toneladas.
Se otorga facultades a la Comisión Nacional de Transporte y Seguridad Vial para determinar los corredores viales de circulación segura para este tipo de unidades.
Una copia del texto fue entregada a la Asociación de Fabricantes de Celulosa y Papel y de Fabricantes de Cemento Portland, y la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas.
Fuente: Diario Uno