Es conocido por todos el enorme valor que tienen las PYMEs en nuestro país y la gran cantidad de empleo que generan. Sin embargo, aún son tímidos los esfuerzos para apalancar estas empresas y ayudarlas a alcanzar su máximo potencial. Cada PYME gestiona y fabrica sus propios productos, pero todas ellas tienen un denominador común: la necesidad de contar con una logística eficiente que les permita llegar a sus compradores. No importa qué sector analicemos: muebles, cosméticos, artículos de decoración, venta de hongos, indumentaria o revistas especializadas, a todos ellos los atraviesa el requisito de entregar sus productos y para ello los sistemas de transporte y almacenamiento son claves. Por ello es fundamental fortalecer el diseño de redes logísticas urbanas y de mediana y larga distancia para que acompañen el crecimiento competitivo de las PYMEs dentro del mercado doméstico.
El rol de la logística
Incluso para las PYMEs argentinas que aún no han incursionado en el exterior, la logística local les genera muchos dolores de cabeza a la hora de cumplir con los pedidos, ya que sus clientes les exigen los mismos niveles de calidad y servicio en sus productos, que los exigidos cuando el producto es importando. Este alto nivel de servicio, equiparando lo nacional a lo importado, ocurre debido a la masificación cada día más intensa en el uso de Internet y de toda la información que ésta contiene, lo que facilita a los consumidores saber exactamente qué, cómo y cuándo quieren los productos y cuánto están dispuestos a pagar por ellos. Los clientes evalúan la calidad del producto, el valor agregado que éste les brinda y su disponibilidad en tiempo y forma. Aquí radica la vital importancia de hacer eficientes los procesos de distribución y entrega.
Los que trabajamos en este sector, sabemos que la función logística por sí misma tiene una gran importancia, pero recordemos que también genera “un efecto de tracción” del desarrollo del sector privado y del crecimiento en el resto de los actores económicos del país. Una logística eficiente y accesible constituye un elemento clave para que las empresas, y en particular las PYMEs, puedan competir con éxito tanto en el mercado doméstico como en el internacional.
Considerando este panorama, la búsqueda de soluciones eficaces para fortalecer los sistemas logísticos de las PYMEs se vuelve indispensable. Debido a su tamaño y a la escasez de recursos económicos en estas empresas, es común que los empleados y colaboradores de las mismas realicen diversas actividades para muchas de las cuales no son especialistas; suele observarse que las mismas personas que dirigen las operaciones diarias sean quienes también ejecutan funciones de planeación financiera, producción, administración de personal y comercialización, entre otras. Realizar estas tareas sin contar con especialistas, los lleva a desarrollar actividades logísticas de bajo nivel de desarrollo debido a la falta de conocimientos y técnicas específicas que abundan en la cadena de suministro. Esto, a su vez, les genera deficiencias y repercute en su productividad y competitividad.
Un factor de diferenciación
Actualmente, son cada vez más la áreas de una empresa relacionadas con la logística, solo por mencionar algunas, encontramos: el servicio al cliente, el abastecimiento y las compras de insumos y maquinaria, la administración de la demanda, la operación del depósito, la administración del inventario, el transporte y la logística inversa. Las empresas que tienen un buen desempeño logístico y que logran una ventaja competitiva proporcionan un nivel de servicio superior a sus clientes. Sabemos que es desafiante integrar los recursos, las habilidades y los sistemas requeridos para lograr una logística adecuada, pero si esto se alcanza se habrá obtenido un diferencial difícilmente duplicable para otras empresas que mantengan viejas y desactualizadas operaciones logísticas.
Algunas limitaciones que se perciben son, por una parte, la cultura empresarial de no trabajar con buenas prácticas; y, por otro lado, la resistencia al cambio y a colaborar con otras empresas en la implementación de procesos logísticos integrados. Gestionar correctamente las cadenas de suministros es, al día de hoy, prácticamente una imposición para que las organizaciones puedan sobrevivir en el panorama empresarial y, además, tengan éxito. Los mercados son complejos, con clientes cada vez más segmentados y que exigen productos diferenciados, e incluso en algunos casos “hechos a medida” de sus necesidades.
Es por todo esto que la actividad logística está asumiendo una importancia creciente en las funciones de las PYMEs, pasando a ser un factor determinante en el camino para la mejora continua que estas empresas deben llevar a cabo, e incluso una herramienta competitiva como elemento diferenciador en su entorno.
La logística ya no se trata solamente de entregar el producto requerido, en el momento exacto, en un lugar concreto a un costo determinado. Hoy, la logística abarca todo el proceso del producto desde su inicio con la búsqueda y adquisición de materias primas, hasta la llegada del producto terminado al consumidor final y su posible devolución o reciclaje. Ser “el mejor de la clase” en el aspecto logístico conlleva una ventaja competitiva respecto al resto de las compañías, no sólo por la eficiencia sobre la gestión, sino además por el valor agregado que se genera en el producto o servicio final.
Existe una brecha real entre las necesidades de las compañías y la teoría sobre las mejores prácticas en logística. Los indicadores de la gestión de la cadena de suministro son, junto con las mejores prácticas en este campo, un instrumento fundamental para determinar qué valor aporta la gestión logística al rendimiento de cada compañía.
Como se ha comentado es una realidad que las cadenas de suministro son cada vez más complejas y sofisticadas, y las empresas cada vez más están sometidas a una mayor presión competitiva, factor ante el cual las PYMEs tienen una sensibilidad especial, ya que no sólo se enfrentan a las empresas grandes, si no a un gran número de PYMEs como ellas. En general no tienen la capacidad de realizar grandes inversiones para sus sistemas logísticos, sin embargo pueden hacer muchas mejoras en sus procesos, los cuales las lleven a lograr mayor eficiencia en este sector, el cual es clave para su crecimiento y supervivencia en el mercado actual y futuro.
Una solución posible: la integración horizontal
Es difícil proponer una solución que en el corto plazo ayude a solucionar las falencias con las cuales las PYMEs deben lidiar para lograr entregar sus productos. Una primera aproximación para resolver el problema logístico que las acompaña, sería lograr una cierta medida de “integración horizontal” con otras PYMEs. Manteniendo cada empresa sus características y producciones individuales, unirse con otras empresas que tengan necesidades logísticas similares en cuanto a requerimientos de almacenaje, cobertura de entregas y tiempos, puede representar una mejora en el momento de contratar y negociar con los operadores logísticos para adecuar sus servicios a las necesidades de estas empresas. Recordemos que no es lo mismo negociar individualmente que unirse con otras empresas, presentando volúmenes más atractivos a los operadores logísticos y poder así negociar mejores precios y condiciones de entrega.
Claro está que coordinar acciones y procesos logísticos con otras PYMEs del sector representa un desafío y siempre están en juegos los miedos de mostrar nuestras necesidades logísticas a otras empresas, pero si podemos ver más allá de esto y unir esfuerzos, se llegará más rápido a una solución beneficiosa para todos los involucrados.