Los equipos de Auditoría Interna deben estar preparados para opinar sobre el cumplimiento de los planes de gestión en las organizaciones. ¿Qué necesita el DEA (Director Ejecutivo de Auditoría) para cerciorarse que esta premisa se cumple?
El análisis gira alrededor de dos cuestiones fundamentales, la primera se vincula al convencimiento que se tiene sobre el cumplimiento acabado de los objetivos de la función. La otra tiene estrecha relación con lo que piensan los clientes internos sobre el producto del trabajo de la Auditoría.
Decir que trabajamos cumplimentando los lineamientos que enmarcan la profesión, es decir con el apego a las normas de Auditoría Interna Internacionales, las mejores prácticas, etc., parece una obviedad, y es común escuchar estas expresiones entre los colegas. Sin embargo, pueden existir brechas entre lo que pensamos que hacemos y lo que las mejores prácticas nos indican que debemos hacer.
Por otro lado expresamos permanentemente que nuestra labor “genera valor”. Ahora bien, ¿esto es realmente así? ¿Es compartida esta mirada por la Organización?
Estas cuestiones no pueden quedar libradas a nuestro exclusivo criterio. Nuestra eficacia y eficiencia, y la comparación de nuestro accionar con las mejores prácticas, y la regulación internacional, son valoraciones de suma importancia. Es un juicio que tiene que ser independiente y emitido, por lo tanto, por expertos que garanticen total transparencia.
La evaluación y auto evaluación de calidad con certificación independiente, son los procesos que garantizan al equipo de Auditoría el tránsito por el camino adecuado, el de la profesionalidad, competencia, y transparencia.
CARACTERÍSTICAS DEL PROCESO
La certificación es la opinión emitida por una organización competente que exterioriza el cumplimiento de los requisitos internacionalmente exigidos por parte de la Auditoría Interna de la empresa evaluada.
El camino hacia esta “Certificación”, máximo galardón al que puede aspirar la actividad de AI en su conjunto, involucra una encuesta de satisfacción tanto a los auditores como a los auditados, en la que se les solicita califiquen su percepción sobre aspectos de la materia.
El Director de Auditoría expone su programa, cómo opera, qué cantidad de auditores tiene, si se cuenta con un reglamento o estatuto, si existen planes de capacitación, etc. Todo esto constituye el impulso previo a la revisión “en campo”.
La evaluación insume una o dos semanas de tareas en la empresa y es liderada por un evaluador con la colaboración de un equipo acorde a las necesidades del trabajo.
Luego de las tareas de campo, e independientemente de la certificación, se realiza un informe con recomendaciones sobre los aspectos sujetos a mejoras, dándose lugar a un plan de acción correctivo. El cumplimiento de ese plan pone al equipo en estado de excelencia en cuanto a su eficiencia, eficacia, apego a las normas profesionales y satisfacción de los distintos grupos de interés.
LA DECISIÓN ES AHORA
Crecer implica trabajo y compromiso. El Director de Auditoría debe impulsar este proceso superador, buscar por todos los medios la aplicación de las mejores prácticas, profundizar y aportar permanentemente desde su incumbencia en la actividad principal de su empresa, convencer a los dueños y máximos responsables de las organizaciones de las ventajas que proporciona esta herramienta y, fundamentalmente, no dilatar decisiones que atañen directamente a su responsabilidad.
La opinión experta y externa que manifiesta que la AI tiene el compromiso de mejorar continuamente su desempeño de calidad, profesionalidad y uso de “mejores prácticas”, así como el cumplimiento de las Normas Internacionales para la práctica profesional, debe ser tranquilizadora y motivo de orgullo para la alta Dirección empresaria, Gerencia auditada, y para los propios integrantes del equipo.
Desde la mirada de aquellos que sostienen que ya se están haciendo las cosas bien, hasta el enfoque de quienes reconocen un estatus alejado a la situación ideal, aplica la opinión experta e independiente, que puede poner en su debido valor la situación bajo análisis. No hay que perder la oportunidad, y avanzar en consecuencia.
En el país han validado y certificado calidad varias empresas en los últimos años, habiéndose reportado mejoras significativas a partir de las evaluaciones.
El Instituto de Auditores Internos de Argentina (IAIA), autoridad reconocida en la profesión y comprometida con la mejora permanente de la misma, ofrece los servicios de evaluación y certificación externa, contando con profesionales idóneos y habilitados para tal fin. Asimismo, funciona en el Instituto un Comité que específicamente coordina todos los temas vinculados a esta materia, desde la capacitación de futuros evaluadores, hasta la canalización de consultas de todos aquellos colegas interesados en comenzar un proceso de evaluación.
(*) El autor es vicepresidente primero del Instituto de Auditores Internos de Argentina (IAIA)