Uno de los grandes desafíos para un crecimiento sostenido e inclusivo en América Latina reside en el fortalecimiento de las capacidades logísticas de la región. Un mejor desempeño logístico, es decir, una mayor eficiencia en el transporte de los bienes desde su lugar de producción hasta el consumidor final, impulsaría el comercio nacional e internacional al mejorar la conectividad, disminuir los costes de transacción y permitir una mayor integración al comercio internacional.
Todo ello podría permitir un aumento de las exportaciones, una mayor diversificación de los productos y los socios comerciales, y una mejor incorporación en las Cadenas Globales de Valor (CGVs), incluidas las pequeñas y medianas empresas.
A pesar de los avances registrados en los últimos años, América Latina continúa presentando rezagos importantes en el desempeño logístico en comparación con los países OCDE y otras economías emergentes. La falta de un marco regulatorio adecuado para el proceso de producción, transporte, almacenamiento y distribución compromete el potencial de crecimiento y competitividad de la región. Una de las consecuencias principales de la falta de políticas de infraestructura y una red de comunicaciones y transporte eficiente es el bajo nivel de integración: solo 27% del comercio es interregional, en comparación con la Unión Europea y Asia, 63% y 52% respectivamente. Se calcula que una disminución de un 10% en los costes logísticos incrementaría las importaciones bilaterales de América Latina y el Caribe en un 45% y las importaciones intrarregionales en un 60%.
Mejorar la logística tiene un impacto directo sobre la eficiencia y la calidad en los procesos de entrega. De acuerdo al informe Perspectivas Económicas de América Latina 2014 debatido recientemente en el VI Foro Internacional sobre América Latina y el Caribe organizado por el BID, la OCDE y el Ministerio de Economía de Francia, en América Latina la proporción de exportaciones intensivas en logística o sensibles a los períodos de entrega es tres veces más alta en promedio que las economías OCDE. Los desafíos logísticos pueden limitar la competitividad en productos intensivos en logística, como son los alimentos o los recursos naturales. En la región la mayor parte de las pérdidas de productos agrícolas ocurre dentro del proceso de almacenamiento, empaquetamiento o distribución debido a deficiencias en la provisión y coordinación de los servicios logísticos. Las exportaciones de materias primas representan un 60% de las exportaciones totales de bienes de la región, en comparación con el 40% de comienzos de la década pasada.
La brecha logística en la región se debe principalmente a áreas de política pública, en particular, en infraestructuras, políticas de aduanas y servicios logísticos. La falta de infraestructura en América Latina afecta el desarrollo comercial. El mayor rezago en infraestructura se observa en el sector de transporte, principalmente en carreteras, manteniendo estándares por debajo de los países de ingreso medio. La inadecuada selección del transporte comodal en América Latina incrementa los costos logísticos y reduce la competitividad e inserción internacional. La alta preferencia por el transporte de carretera frente a otros modos afecta la complementariedad entre modos de transporte en la región.
Con el fin de reducir el alto déficit regional en logística, América Latina debe adoptar una serie de políticas que engloben soluciones de corto, mediano y largo plazo. Si bien la infraestructura de transporte es el principal factor que explica el bajo rendimientologístico, algunas soluciones blandas pueden mejorar igualmente la logística. En el corto plazo, es necesario implementar en paralelo políticas activas que permitan mejorar el transporte de bienes y servicios con la infraestructura existente. Estas acciones están ligadas a la institucionalidad y gobernanza alrededor de una política de logística integrada, la provisión de servicios modernos de almacenamiento, la eficiencia en los procesos aduaneros y de certificación, la integración de las tecnologías de información y comunicación para la logística así como el fomento de la competencia en el sector transporte. Estos elementos pueden servir para estimular el uso eficiente de la infraestructura disponible y minimizar los costos logísticos.
Fuente: Ángel Melguizo, Jefe de servicio de Desarrollo en el departamento de América, OCDE. Publicado en huffingtonpost.