Más del 90% de directivos empresariales consideran a las capacidades tecnológicas como importantes y 60% afirman no estar satisfechos con las capacidades tecnológicas de que dispone su operador logístico, por lo cual, frente a los nuevos avances tecnológicos que están cambiando la forma de hacer negocios de las compañías y transformando sus modelos logísticos. «Los Operadores Logísticos deberán enfrentar los nuevos retos digitales para mantener satisfechos a sus clientes, añadiéndole valor a sus cadenas de suministro» indicó Pank Bedaux, Principal de Grupo Miebach Consulting ¬-compañía especializada en consultoría e ingeniería de la cadena de suministros a nivel internacional- en el marco de una conferencia impartida en el Salón Logistics de Madrid, España. «De lo contrario, dijo, si los operadores logísticos no aprovechan la tecnología, habrán otros que sí lo hagan y los sacarán del entorno de competencia».
De acuerdo a la encuesta anual sobre operadores logísticos que realiza la Penn State University (EUA) desde hace 20 años, que incluye una pregunta sobre la importancia de las capacidades tecnológicas como elemento de expertise de los operadores logísticos, más del 90% de las respuestas confirma que la tecnología es importante y, a su vez, el 60% de los entrevistados afirma no estar satisfecho con las capacidades tecnológicas de las que dispone su operador. Según las compañías entrevistadas, existe un salto de más de 30 puntos porcentuales entre lo importante que es para el desarrollo de la actividad de los operadores logísticos la utilización de tecnología de la información puntera y el nivel tecnológico que realmente están ofreciendo como proveedores de servicios logísticos.
«Algunos ejemplos de la incidencia, directa o indirecta, de las nuevas tecnologías en el ámbito logístico y empresarial son el incremento de los consumidores digitales, la aparición de la economía compartida, la estandarización de las operaciones o la concentración de empresas», señaló Bedaux.
La digitalización está empujando la transformación a un ritmo nunca antes visto, y para los operadores logísticos estos cambios suponen un reto del que pueden salir fortalecidos -en caso de ser capaces de añadir valor a la cadena- o, por el contrario, pueden propiciar su desaparición.
«Si analizamos el abanico de herramientas al alcance de un operador logístico para mejorar su eficacia y eficiencia, veremos que prácticamente todas requieren tecnología de un modo u otro.
El elemento tecnológico es tan importante para el funcionamiento de estas empresas que existen operadores logísticos de nueva generación que tienen su origen en la tecnología y no en las operaciones: Nimber, uShip, Cargomatic o Flexa son algunos ejemplos startups basadas en la tecnología y en la economía compartida», agregó el directivo de Grupo Miebach Consulting.
Aunque estas empresas probablemente sigan siendo muy específicas de un nicho de mercado, actualmente hay otros agentes que suponen una mayor amenaza para el sector logístico, como por ejemplo Amazon. Este gigante del comercio electrónico ya está ofreciendo servicios logísticos a pequeños comercios electrónicos que ni siquiera están integrados en la plataforma de venta de Amazon.
La tecnología es una amenaza pero también un potente aliado y una fuente de oportunidades para los operadores logísticos. En los próximos años, éstos no podrán limitarse a presentarse como proveedores de mano de obra sino que deberán centrarse en ofrecer tecnologías que los fabricantes por sí solos no son capaces de financiar. Además, estas tecnologías serán elementos diferenciadores respecto a la competencia, y una buena arma de captación y fidelización de clientes.
«Desde Miebach Consulting detectamos que la cadena de suministro se está transformando a una velocidad vertiginosa, lo que supone una gran oportunidad para el sector logístico, siempre y cuando sea capaz de adaptarse a los cambios», añadió Pank Bedaux.
Más concretamente, las principales oportunidades para las empresas logísticas son:
– Consolidación de mercancías de cargadores y distribuidores (pooling).
– Crecimiento de la distribución capilar.
– Colaboración estratégica para abordar proyectos tecnológicos y proyectos de inversión.
– La estandarización de almacenes facilita el outsourcing.
– Crecimiento de servicios de valor añadido.