Cristina Kirchner le dio vía libre a la creación de una empresa de transporte naval, que retome los viajes de bandera al sur del país donde la mayor parte de la mercadería llega por tierra.
El proyecto fue presentado por el senador de Tierra del Fuego Osvaldo López, aliado del Gobierno en las votaciones, pero fue aprobado por las comisiones de Transporte e Infraestructura, Presupuesto y Defensa.
«Lo hablé con el ministro de Defensa Agustín Rossi y me dijo que estaba de acuerdo. Y conseguimos el apoyo de todo el bloque oficialista. En la sesión del jueves próximo será enviado a Diputados», confirmó López a LPO.
El proyecto crea Transportes Navales Empresas del Estado, con la función de «desarrollar el transporte marítimo en todo el litoral argentino, en especial el de la región patagónica»; «promover un cuadro tarifario que permita a las economías regionales aprovechar el transporte marítimo»; y «asegurar frecuencias regulares mínimas de transporte de cargas en las provincias que así lo requieran».
También tiene que administrar los muebles e inmuebles y los buques; y el adiestramiento del personal militar y del personal de la marina mercante nacional.
La empresa tendría jurisdicción exclusiva en el Estado Mayor General de la Armada, dependiente del Ministerio de Defensa.
Argentina dejó de tener transporte vial propio en los noventa y, junto al cierre de las vías férreas, fue una de las causas que amplió la dependencia de los camiones de carga. Desde el Movimiento de Trabajadores Argentinos (MTA), Hugo Moyano se hizo fuerte en el sindicalismo basado en esa transformación económica. Y el kirchenrismo nunca le cambió esa ecuación, aunque ahora Cristina está dispuesta a darles un golpe duro.
«En Tierra del Fuego nos abastecemos con el transporte carretero y eso se encarece, sobre todo porque pasa por cuatro cruces fronterizos. Por eso es necesario recrear una empresa estatal de transporte marítimo», explicó López a LPO.
«Existe personal militar entrenado para manejar esta compañía, que sólo necesita poyo logístico. Además, sería un ejercicio de posesión de nuestra superficie marítima que serviría para reivindicar Malvinas», agregó el senador.
El servicio le permitiría al Gobierno dejar de contratar buques para comunicarse con las bases militares. La última experiencia fue nefasta: por primera vez en 60 años debió retirar un barco de la Antártida por no poder enfrentar las condiciones climáticas. La campaña había estado manchada por denuncias de corrupción.
Uno de los firmantes del proyecto es Marcelo Guinle, senador kirchnerista de Chubut.
La propuesta estará en Diputados desde la semana próxima.
Fuente: La política online