El vicepresidente de la Nación, Julio Cobos, emitió un comunicado que brega por la reinstalación de los Ferrocarriles, especialmente ramal Unión-Pacífico.
En el mismo se considera que existe la «necesidad de establecer un plan integral de recuperación y modernización del sistema ferroviario argentino, clave en la integración social, el desarrollo productivo, la seguridad vial y el cuidado del ambiente». Esto implica recuperar la infraestructura que quedó en deterioro en las estaciones de los distintos pueblos, mucho de ellos desaparecieron también con el ferrocarril.
Además rememora que «las consecuencias fueron múltiples: encarecimiento en los costos de transporte, deterioro de la red de caminos, incremento de los accidentes viales, aumento en el uso de los recursos no renovables y debilitamiento de las economías regionales». Y suma que desde el punto de vista económico, está comprobado que el sistema de transporte de cargas por ferrocarril -en distancias superiores a los 300 km- es más económico que el automotor, como una ventaja del ferrocarril.
En materia de contribución al medioambiente se destaca que «el ferrocarril atenúa el impacto ambiental como consecuencia del menor consumo de combustible por tonelada transportada, disminuyendo la emisión de bióxido de carbono y otros gases que producen el efecto invernadero». De instalarse debe contemplar tres corredores bioceánicos de cargas: Norte, Centro y Sur.
El corredor Norte, que vincula los puertos del Norte de Chile con Brasil, atravesando Salta, Santiago del Estero, Chaco, el cruce fluvial a Corrientes; Paso de los Libres hacia su destino final.
En tanto que el corredor Central, que comunique Buenos Aires con el Pacifico, pasando por estaciones de transferencia en Junín, Laboulaye, San Luís, Mendoza y a través del cruce de los Andes, a Santiago de Chile y Valparaíso.
Y por último, el corredor Sur, que une Bahía Blanca con el sur de Chile, pasando por Neuquén y el valle del Río Negro conectando con los puertos del sur chileno.