Para mejorar el medio ambiente de la capital sueca, Scania inició pruebas operativas a gran escala con seis ómnibus híbridos que funcionan a etanol. La tecnología híbrida conseguirá una espectacular reducción del consumo en un 25%. A su vez, el uso del etanol reducirá las emisiones netas de dióxido de carbono (CO2) hasta en un 90%. Las pruebas serán realizadas en colaboración con la empresa de transporte municipal de Estocolmo (SL), y el operador Swebus.
Durante el periodo de pruebas de dos años, los autobuses circularán por las zonas de mayor densidad de tráfico y pasajeros de la capital sueca.
Scania ha optado por una solución híbrida en serie para esos ómnibus, una tecnología sumamente beneficiosa para la conducción urbana con arranques y paradas continuos. La cadena cinemática híbrida se caracteriza por la ausencia de conexión mecánica entre el motor de combustión y el de propulsión, eléctrico.
Un motor diesel adaptado para funcionar con etanol genera la potencia eléctrica. Un generador convierte la energía mecánica en energía eléctrica.
Los seis ómnibus son propulsados por un motor eléctrico, que funciona como generador al frenar. La energía se almacena en «supercapacitores», con una vida útil mucho más larga que las baterías existentes hoy en día.
«Estas pruebas operativas nos darán una valiosa experiencia del funcionamiento de la tecnología híbrida en la vida real, al igual que de su efecto medioambiental», considera Göran Hammarberg, Jefe de Desarrollo de Ómnibus de Scania.
Las pruebas reciben también el apoyo de la Agencia Energética Sueca y la Agencia de Protección Medioambiental sueca.
«A largo plazo, la tecnología híbrida nos ayudará a alcanzar objetivos medioambientales más avanzados para el tráfico urbano», afirma Hammarberg.
Desde 1989, Scania ha entregado a SL unos 400 ómnibus urbanos a etanol, que hacen una considerable contribución a la mejora del medio ambiente en el centro de Estocolmo.