El pasado viernes 8 de junio, el Subsecretario de Industria de la Nación, Doctor Juan Díaz, recibió
una delegación de la Federación de la Industria Naval Argentina conformada por Juan Antonio Torresín, presidente de la federación, Horacio Martínez, en representación del consejo directivo de la federación y Jorge Ílvarez, presidente de la Cámara Santafesina de la Industria Naval.
Luego de hacer un diagnóstico sobre la industria naval en el plano internacional, regional y nacional, se destacaron los nichos de oportunidad para el fortalecimiento de la industria naval argentina. Una realidad concreta está representada por la incesante construcción de remolcadores y barcazas que ya navegan la hidrovía Paraná-Paraguay. Otro hecho de la actualidad, como lo es la estatización de YPF, alienta a pensar en un creciente mercado de exploración offshore y de grandes estructuras flotantes para el cual la industria naval argentina está preparada.
La agenda de trabajo abordó temas como el nivel de la alícuota del IVA para la incorporación de bienes de capital, y en este sentido el Subsecretario Díaz, señaló que por el momento no hay en carpeta modificación alguna. Los industriales abogan por mantener en este nivel la alícuota ya que un aumento de la misma tendría impacto negativo en los astilleros que financian construcciones.
Asimismo, se habló sobre los alcances de la Resolución 9/2012 sobre el «Registro Nacional de Bienes de Capital no producidos», creado en la órbita de la misma Subsecretaria con el objetivo de determinar cuáles productos no se manufacturan en el país. Haciendo hincapié en el art. 6°, en el que se especifica que la Subsecretaría está facultada para consultar a los distintos representantes de los sectores productivos, los representantes de FINA ofrecieron ser vinculantes en la información relativa a la producción de embarcaciones y artefactos flotantes.
El encuentro se cerró con la mutua intención de seguir favoreciendo el diálogo entre el sector público y privado, continuar la optimización de vínculos comerciales a nivel local e internacional lo que redundará en mayor generación de puestos de trabajo y mejora de las condiciones laborales, disparando un círculo virtuoso de mejora de la competitividad industrial, la sustitución de importaciones y el superávit de la balanza comercial.