Desde hace algunos días se encuentran en la ciudad de Mendoza, Argentina, el alcalde de Valparaíso, Jorge Castro y el Intendente Regional, Raúl Celis, quienes se han reunido con diversas autoridades argentinas, para discutir acerca de la implementación del proyecto Corredor Bioceánico, que conectará a ambos países a través del Ferrocarril Trasandino. Es así como se reunieron en la Municipalidad de Las Heras con su Intendente, Rubén Miranda; el Ministro de Infraestructura, Vivienda y Transporte, Francisco Pérez; el Embajador de Chile en Argentina, Adolfo Zaldivar; y el Vicepresidente de la Corporación América, Hugo Eurnekian.
En la ocasión, el alcalde Jorge Castro en su calidad de presidente Regional de la Asociación de Municipalidades, destacó el encuentro señalando que «como ciudad y como región estamos muy agradecidos de la invitación, pues estamos formando parte de un proyecto que cambiará la economía en ambos países. Éste es un proyecto que se viene estudiando hace bastante años, por lo que consideramos gratificante poderlo concretarlo. Con el apoyo del embajador Zaldívar, más el constante trabajo estamos realizando como ciudad, vamos a lograr tener una activa participación y liderar con entusiasmo el tema». En tanto el Intendente de la V Región chilena, Raúl Celis Montt, destacó que es por nuestra región por donde transita la mayor parte de las mercaderías del país, y no dudó en comparar el poder que tuvo el Canal del Panamá en el siglo XX con este nuevo Corredor Bioceánico Aconcagua, «nuestro propio canal de panamá terrestre», obra significativa del siglo XXI.
Disertando acerca del Corredor, el Ministro chileno Pérez expresó: «Este proyecto no sólo tiene que ver con integración sino con el desarrollo estratégico de todo el Mercosur. La globalización para Mendoza y para Argentina implica integración económica, social, política, deportiva, cultural y física. Tiene que ver con una realidad que hoy nos pasa por encima, que durante 20 siglos el intercambio comercial mundial se daba a través del Mediterráneo, en los últimos 100 años se dio mirando hacia el Atlántico, y en los próximos 100 años, sin lugar a duda, el intercambio comercial mundial va a ser a través del Pacifico, y esto es atento al sostenido crecimiento del continente asiático, y por eso las puertas al Pacifico nos posiciona geopolíticamente de forma extraordinaria».
El transporte de pasajeros que posibilitará el Ferrocarril será posible cuando se concrete la 3° etapa con la ejecución del segundo túnel, de este modo se podrá cumplir con la normativa internacional en materia de seguridad que exige el transporte de pasajeros a través de un túnel. Además, cabe destacar que la capacidad de transporte será de 20 millones de toneladas al inicio del proyecto y llegará hasta los 70 millones de toneladas cuando se concrete la obra. Hugo Eurnekian, Vicepresidente de la Corporación América, comentó: «Vemos importante mejorar la infraestructura física entre Argentina y Chile en principio porque la infraestructura que tenemos actualmente no está a la altura de las necesidades. Este paso que cierra entre 45 y 60 días al año por causas meteorológicas hoy está saturado, y hoy transporta 5 millones de toneladas que es su máximo de capacidad. Para que ambos países desarrollemos todo el potencial que tenemos es fundamental la integración física, que logre complementarnos y hacernos competitivos frente al mundo».
Proyecto Corredor Bioceánico
El Paso Cristo Redentor actualmente es uno de los límites fronterizos más utilizados, ya que el 70% del tráfico pasan por esta zona, por lo que se resultó de vital importancia la puesta en marcha de este proyecto que significa: tiempos más acortados de transporte, mayor seguridad y mayor protección del medio ambiente, al ser un ferrocarril eléctrico, en contraposición de aquellos trenes que eliminan gases contaminantes. El Corredor Bioceánico Aconcagua implica la construcción de un túnel de baja altura de 52.8km, que unirá las localidades de Punta de Vacas (Argentina) con Río Blanco (Chile) a 2400 metros sobre el nivel del mar. Este túnel será uno de los más largos del mundo y garantizará la continuidad de operación los 365 días del año, por lo que las condiciones climáticas dejarán de ser un inconveniente para el traspaso internacional.
La construcción ha sido dividida en tres etapas, un túnel simple con una primera vía simple con túnel de un tubo, que estará finalizada en 8 años; la segunda parte realizada en 2 años que implica un túnel simple con una doble vía en todo el tramo de la línea a cielo abierto; y en la tercera parte un túnel doble con doble vía mediante la construcción de un segundo tubo, extendiendo la doble vía a toda la línea, realizada en 6 años. La obra está prevista para la puesta en funcionamiento en el año 2020.