Considerando la actual cultura de desarrollo sostenible y con el habitual objetivo de optimizar los recursos minimizando el impacto negativo sobre el medio ambiente, la logística inversa debe entenderse como la suma de procesos y actividades necesarias para procesar el retorno y reciclaje de las mercaderías, productos e insumos en la cadena de suministro.
GESTIONAR CUIDANDO LOS COSTOS
El desarrollo de la logística en las organizaciones ha sido muy significativo convirtiéndose en una variable estratégica para obtener ventajas competitivas y, a su vez, lograr una diferenciación respecto de la competencia. Las empresas abordan la logística inversa analizando cuidadosamente: el retorno de productos desde el consumidor al productor, la reutilización de materiales/componentes, el reciclaje, las operaciones de reacondicionamiento, reparación y re-fabricación, así como también, en los últimos tiempos (producto de una concientización a nivel mundial), la eliminación de residuos.
Lo más complicado para las empresas consiste en desarrollar una política efectiva para la gestión de productos recuperados sin que esto afecte de modo significativo la estructura de costos. Las metodologías usualmente utilizadas consisten, en primer lugar, en trasladar el peso estratégico de la logística inversa en forma de políticas de compras orientadas al uso de productos reutilizables, atendiendo de esta forma el interés de los clientes hacia empresas que posean una conciencia medioambiental bajo políticas aceptadas y, en segundo lugar, mediante la recuperación de parte del valor de los materiales que retornan a la organización, aumentando así sus beneficios.
EL PORQUÉ Y EL CÓMO
Los objetivos básicos considerados de la logística inversa son los siguientes:
– Gestión de compras (mejorar los costos de las mismas a través del recupero de insumos reutilizables).
– Gestión de residuos (disposición final de materiales / basura).
– Retiros de mercadería / productos / insumos (clasificación, reprocesamiento, re-ensamblado).
– Clasificación de productos (busca determinar la futura utilización de los mismos).
– Ingeniería de producto (devolver al cliente productos que quedaron fuera de funcionamiento, reparación y/o reemplazo de partes).
– Reutilización, destrucción o reprocesamiento (los productos pueden ser reutilizados a través de un proceso de limpieza o mantenimiento menor, caso habitual en botellas de vidrio, cajas para transporte, etc.).
– Devolución (proceso de calidad en atención al cliente).
– Reciclaje (recuperación de materiales contenidos en los productos que retornan y su potencial transformación en insumos – caso de papel, plásticos, vidrio, metales, etc.).
– Sustitución de materiales (encontrar nuevas alternativas de reutilización).
Entre los temas que debemos considerar al momento de analizar una política relacionada con logística inversa podemos mencionar: volúmenes a transportar de difícil programación – costos de transporte mayores – estimación compleja de la demanda – los productos carecen de una calidad homogénea – envases inexistentes o dañados – la obsolescencia tiende a ser mayor – coordinación de cargas más compleja que en la logística directa – gestión de inventarios de difícil administración pero con menores costos – las mermas son de menor incidencia – dificultad para determinar costos – procesos de clasificación de los retornos y de determinación de su calidad complejos – ciclos de vida de los productos diferenciados.
Existen numerosos ejemplos de implementaciones exitosas, como el caso de una importante empresa de difusión satelital que vende equipos auto instalables, y que encontró en la logística inversa una herramienta que les permite recuperar los equipos de los clientes que se dan de baja, reciclarlos y volverlos a poner a disposición de la operación para que sean entregados a clientes nuevos. Este recupero puede representar un ahorro de casi el 50% frente a la producción de un equipo nuevo.
FACTORES CLAVES
Administración y control: Todas las actividades que se efectúen en el proceso de logística inversa deben ser monitoreadas en forma eficiente, con el propósito de reducir sus costos logísticos, a partir de un sistema de control cuya información facilite el conocimiento de la realidad del proceso en el menor tiempo posible. La información puede ser de dos clases:
– Indicadores de desempeño: Debe implementarse un sistema de costeo basado en actividades, como la recepción y clasificación de los productos en los centros de acopio, y las referentes a su terminación o destino final.
– Aspecto s financieros: La administración de recursos financieros para llevar a cabo los procesos deben canalizarse a través del desarrollo de innovaciones en la producción, la compra de equipamiento para la recuperación y reciclaje, y la inversión necesaria para coordinar todas estas actividades.
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
La corta historia de la logística inversa hace que pocas empresas utilicen estos sistemas para lograr mantener y preservar el medio ambiente. La logística inversa ha comenzado el desarrollo de un importante cambio en la mentalidad empresaria y puede llegar a convertirse en una muy buena oportunidad de negocios, que cumpliendo con las disposiciones legales de cada país será una estrategia corporativa para rescatar y preservar lo que nos queda del medio ambiente.
Su potencial crecimiento generará oportunidades para operadores logísticos de transporte, almacenaje y distribución de productos o partes obtenidas del proceso logístico inverso. Todos debemos pensar qué será de la vida de las próximas generaciones cuando no existan los recursos que por mal manejo habremos agotado en un periodo tan corto. No debemos olvidarnos que implementar un proceso de logística inversa de forma eficiente conlleva una concientización y colaboración entre proveedores, productores, distribución, recursos humanos y el usuario final.
(*) El autor es Gerente Operativo Comercial de ERSA Logística.