Un informe elaborado por las cinco principales cámaras empresariales (Industria, Comercio, Mercantil, Asociación y Federación Rural) enumeró los sobrecostos que enfrentan las empresas a la hora de producir, elementos que forman parte de la pérdida de competitividad que denuncian desde hace meses los empleadores.
En ese documento se indicó que las empresas locales tienen costos más altos de energía y combustibles que Argentina, Brasil y Chile. A su vez, se informó que Uruguay también tiene los precios más altos en transporte de carga. Según los datos señalados una carga de 28 toneladas con una distancia de 200 kilómetros cuesta en Uruguay US$ 840, mientras que en Argentina el transporte de ese volumen vale US$ 797 (a valor de dólar oficial) y en Brasil cuesta US$ 428. Al observar esos datos, las cámaras sostuvieron que Uruguay se encuentra en una situación desventajosa al compararse con sus vecinos regionales.
«Las condiciones generales deficientes que surgen de los ranking entre naciones, se agravan cuando se agrega que el comparativo de costos de nuestro país con los restantes, el cual es desfavorable». Los empresarios añadieron que «producir en Uruguay tiene en la actualidad la dificultad de pagar sumas superiores a las de otros países por insumos y otros componentes del valor agregado. Por lo tanto, hay una sumatoria de elementos que explican las dificultades para colocar la producción de nuestro país en condiciones de libre comercio en forma sostenible».
Además, remarcaron que «la visión general del problema de la competitividad de la economía uruguaya desnuda dificultades en varias áreas sensibles, y en aquellas donde se producen mejoras, es a un ritmo de progreso por debajo de lo que lo hacen otros países, por lo que es difícil salir de una posición mediocre en el comparativo internacional». El documento también fue crítico con la infraestructura con la que cuenta el país y agregó que debe existir un plan de inversiones explícito en el mediano plazo al respecto. Por último se indicó que «los agentes privados necesitan contar con la seguridad de que las inversiones garanticen suministro, infraestructura y tecnología adecuados a las proyecciones de sus negocios».
Fuente: El País