“Un producto producido en un determinado punto tiene, desde la perspectiva del consumidor, muy poco valor salvo que el mismo sea trasladado hasta el lugar donde el mismo será consumido. El transporte es el que permite realizar este movimiento.” Douglas M. Lambert. El transporte impacta en la manera de hacer negocios de las empresas contribuyendo a la vida económica de los países. Como consecuencia, no se concibe una economía que progrese sin un sistema de transportes desarrollado. Y viceversa, en una economía poco desarrollada los modos de transporte disponibles son escasos y/o deficientes. El crecimiento económico requiere un desarrollo armónico de este sistema. Asimismo, históricamente, la evolución del mercado de transportes de carga está directamente vinculada con la expansión de la actividad económica tanto nacional como regional.
En este sentido, Gonzalo Duque Escobar en su escrito Introducción a la Economía de Transporte señala que: “La posición estratégica de los pueblos con relación a los medios y sistemas de transporte, ha sido factor determinante para el progreso de las civilizaciones y las culturas, y también causa de atraso material para muchos pueblos que han permanecido desarticulados de los escenarios donde se desarrollan los mercados.” En el caso particular de Argentina, es posible llegar con carga a los puntos más remotos del país. Sin embargo, se observa que en la actualidad, en general, sólo hay una manera de hacerlo: por carretera. Básicamente, esto se debe a la falta de fomento por parte del Estado para que los modos compitan entre sí existiendo un considerable predominio del transporte carretero en el movimiento de cargas. Según Barbero (2011), la participación del camión es del 94% frente a otros modos como el ferrocarril o el marítimo-fluvial.
Como contrapartida, se observa que en las economías desarrolladas se suele fomentar la competencia entre modos: la carretera compite con la ferrovía, la ferrovía compite con la vía fluvial, y si se puede hacer competir a los tres, mejor, porque se crea un sistema más orgánico de distribución y, obviamente, con una relación costo beneficio mucho más competitiva. En esos casos, las empresas determinarán qué nivel de servicios requieren, el cual a su vez definirá el costo brindando la posibilidad de elegir en función de los mismos.
STATUS DEL TRANSPORTE AUTOMOTOR DE CARGA
Como ya se mencionó, el transporte se ha convertido en un sector destacado de la economía argentina. En este sentido, el rubro Transporte, Almacenamiento y Comunicaciones (PBI TAC) representa el 5% del PBI. Dentro del valor agregado generado en el transporte, el 47,4% correspondió al transporte de cargas por carretera (equivalente al 26,9% del PBI TAC). Por otra parte, si se mide en términos de generación de empleo, el transporte de carga representa al 6% de la población activa empleada. En la rama “servicios de transporte automotor”, la evolución del nivel del empleo entre 2003 y 2010 fue del 63%. Parte de este incremento se debe al alza en los niveles de actividad y otra a la registración de empleados que anteriormente trabajaban de manera informal.
Todas estas cifras vienen a demostrar la relevancia que tiene el modo automotor de cargas en nuestro país, haciéndolo un pilar importante para el crecimiento económico. Como contracara, esta actividad sufre directamente el impacto de las crisis económicas tanto regionales como internacionales al descender los volúmenes de carga por caídas en el consumo tanto interno como externo. En cuanto a las empresas que forman parte del mercado de transporte de carga por carretera en la Argentina, se pueden mencionar una serie de características que las definen:
• El 97% de las empresas son de capitales nacionales.
• Los recursos propios son la forma más utilizada por las PyMEs para la financiación de las inversiones. Esta fuente suministra, en promedio, el 82% del total invertido.
• El promedio del personal ocupado es de 22 personas.
• En cuanto a los empleados que forman parte de las mismas, el 61% sólo cuenta con primaria completa y apenas un 7% son graduados universitarios.
• El 92,5% de las empresas del sector cuentan en promedio con entre 2 a 5 camiones.
Estos datos permiten concluir que se trata de un sector donde existe un alto grado de rivalidad pues la oferta está altamente atomizada donde se reúnen una gran cantidad de empresas muy heterogéneas, principalmente, con estructuras e infraestructuras diversas en muchos casos informales con un bajo nivel de profesionalismo y con un acceso al crédito muy restringido que no les permite llevar adelante las importantes inversiones que demanda el sector. Teniendo en consideración la importancia de esta actividad que utiliza la red vial como base para su desarrollo, no hay que dejar de tener en cuenta que Argentina ha invertido durante el 2008, sólo el 0,7% de su PBI en infraestructura cuando el promedio mundial es de 1,3 y el de América Latina 0,9%. Por consiguiente, es presumible que la importante participación de los camiones (30% del total) en siniestros viales tenga alguna relación directa con estos números. Sumado a ello, no se debe dejar de lado también que la antigüedad promedio del parque automotor fue de 14 años en la medición realizada en 2012.
LOS PROS DEL TRANSPORTE AUTOMOTOR DE CARGA
Indudablemente, el transporte por camión cuenta con una serie de particularidades que lo hace el elegido por muchas empresa para mover su carga. En este sentido, Mauleón Torres señala que las principales características del transporte por carretera son:
• La oferta se encuentra muy atomizada.
• Es un sector que genera una gran cantidad de puestos de trabajo.
• Existe una gran flexibilidad en la oferta: distintos tipos de vehículo para cada tipo de carga: líquidos, gases, carga general, etc.
• Gran nivel de penetración.
• Es el único medio de transporte que realiza servicios puerta a puerta.
• Gran capacidad de respuesta y rapidez.
• Facilidad de carga y descarga.
• Facilidad de transbordo de mercadería al ferrocarril y el marítimo gracias al contenedor.
• Alta flexibilidad para la programación de entregas y recogidas.
Queda claro que el transporte automotor tiene una gran cantidad de ventajas frente a otros modos, sin embargo, en las economías desarrolladas existe un mayor equilibrio de desarrollo de los modos. En un país como Canadá, este modo transporta el 32,5% de los productos frente a un 56,3% del ferrocarril y un 11,2% por barcaza. En cambio, que para la Argentina el modo automotor represente un 94% del movimiento de la carga pone al país en gran desventaja, en términos de competencia a nivel internacional, pues hay que tener en cuenta que es el modo más ineficiente en relación al costo por tonelada transportada. Más allá de que existe una deuda por parte del Estado para fomentar otros modos de transportes que puedan competir con el modo automotor de carga, en función de los resultados de un informe elaborado por CEDOL, en el que se enumeran los distintos factores que recortan la eficiencia logística, se puede concluir que aún queda mucho trabajo por hacer para mejorar la productividad de este sector. Factores como el mal pavimento que hace consumir más neumáticos y gasoil, cortes de ruta, modificaciones en la cantidad de horas trabajadas por menor productividad de la mano de obra e inseguridad, son problemas que afectan al sector y que tienen un impacto directo en los costos que, en la mayoría de los casos, es muy difícil de trasladar a los usuarios del servicio por parte de las empresas transportistas.
(*) La autora es MBA (UBS) y Licenciada en Relaciones Humanas y Públicas (UM). Es Asociada en Breccia, Poverene & Asoc., Consultores en Logística. Presidente de Breccia S.A., operador logístico especializado y distribuidor oficial de DK Track. Profesora Internacional de ADEN.