Por: Federico Manjón (*)
Aquí intentaré dar mi perspectiva en cuanto al desarrollo de infraestructura, logística y tecnología que necesita hacer la Argentina, en el corto y mediano plazo, para tener una política de exportación que ayude al país a generar las divisas requeridas para su crecimiento definitivo.
El país posee una de las mayores superficies del planeta Tierra, octava posición dentro del ranking mundial, cuarta en el continente americano luego de Canadá, Estados Unidos de América y la República Federativa de Brasil. Según el Instituto Geográfico Nacional, la extensión de las tierras emergidas alcanza los 3.761.274 km2 incluyendo los ámbitos terrestres.
Adicionalmente, posee condiciones climáticas llevaderas en casi todo el país, sus rápidas y variadas salidas para conectarse con el mundo la posicionan como un país versátil para poder ser un nexo clave en el transporte mundial de mercaderías.
En cuanto a riquezas naturales, está claro que la abundancia de tierras agrícolas y ganaderas nos posiciona como líder dentro de la región. El campo argentino es un engranaje fundamental de la economía argentina, un sector competitivo, principal exportador y generador de empleado a lo largo de toda la cadena de valor. En este sentido, las cadenas agroalimentarias generan:
– 1 de cada 6 puestos de trabajo privados (directos e indirectos)
– 1 de cada 10 pesos del Producto Bruto Interno
– 1 de cada 10 pesos de la recaudación tributaria nacional de AFIP
– 7 de cada 10 dólares de las exportaciones totales del país
La Argentina cuenta con gran cantidad de materias primas mediante las reservas de hidrocarburos (petróleo y gas) y de minerales (hierro, carbón, cobre, azufre oro) han favorecido al país en el ritmo de extracción de la minería o megaminería, principalmente de metales a cielo abierto. Nuestro país cuenta con la tercera reserva más grande del mundo y el mineral se utiliza para las baterías de celular y vehículos eléctricos, en las próximas décadas tendrán una demanda mayor.
Sin embargo, con todos estos recursos condiciones favorables para hacer de Argentina una potencia mundial no logramos despegar. ¿Cuál será la causa principal de dicho fracaso? ¿Por qué Argentina no logra romper las barreras que impiden que seamos un lugar ejemplificador, de desarrollo? ¿En qué fallamos? ¿Por qué fallamos? ¿Qué tenemos que hacer para cambiar el rumbo?
Desde 1860 hasta hoy, la Argentina tuvo, en promedio, una crisis cada diez años; y en las últimas décadas, el impacto fue mayor dándose cada siete años cada episodio. Una cuenta pendiente para dar frente a dichas crisis y al desarrollo de nuestro país, es el desarrollo de nuestra infraestructura; no ha sido desarrollada de la manera correcta durante muchas décadas. Para cambiar el rumbo, necesitamos tener un plan estratégico con el fin de ser más competitivos, mejorar nuestros puertos, la conectividad y las telecomunicaciones; fomentando el desarrollo de toda la cadena a lo largo y lao ancho de todo nuestro territorio.
Argentina tiene capacidad para torcer este camino de la mano de la inversión pública y privada, fomentando el trabajo genuino y haciendo un fuerte trabajo en educación. Argentina tiene muchas razones para creer que puede salir delante de la producción y las exportaciones, como objetivo de competir a nivel mundial con otros países que fabriquen y ofrezcan productos y servicios deseados en distintas partes del mundo.
En el mundo globalizado que vivimos necesitamos integrarnos y ser participes activos del mercado internacional, siendo importadores y exportadores, aprovechando los recursos con los que contamos y agregando valor en la producción y distribución de los mismos. Formar parte de ese ámbito nos permitirá ser mejores y generar rentabilidades dentro de los negocios, realizando alianzas estratégicas entre los interesados. Las políticas de cierre de fronteras no nos llevarán a buen puerto, el mercado externo nos permitirá competir en calidad y optimizar nuestros costos para ser competitivos contra otras empresas a nivel internacionalmente, fomentando nuestra mejora continua.
Principales ventajas de la exportación
Acceso a nuevos mercados: Nos permitirá crear oportunidades de negocios, aumentar volúmenes de producción, mejorar nuestros niveles de calidad.
Desarrollo y crecimiento con nuevos ingresos: El ingreso de divisas nos dará la posibilidad de invertir en nuevas tecnologías, generar mayor efectividad en nuestra productos y servicios; mantenernos actualizados.
Aprovechar la capacidad de producción instalada: En caso de contar con capacidad ociosa, podríamos producir para otros mercados y con el tiempo ir incrementando nuestro volumen de producción.
Independencia del mercado local: Proyectar nuestros productos en el mercado internacional, nos da la oportunidad de no depender de un sólo nicho, llegando a otros mercados para darnos a conocer y realizar nuevos vínculos.
Competitividad de los productos en calidad y precio. El ingresar a otros mercados que son diferentes al nuestro nos hace ser mejores en los aspectos de presentación y canal de venta, lo cual nos hace buscar la alta competitividad, calidad y mejor costo.
Actualización tecnológica y mejora de la imagen empresarial. Aumentar nuestras formas de ventas y sus plataformas relacionadas nos obligarán a entrar de manera masiva, a varios mercados con cadenas de optimización logística y con mejores costos.
Generación de empleos y de divisas para el país. El vender en una moneda diferente a la de nuestro país nos permite poder ser rentables, competitivos y lo más importante a poder comprar maquinaria e insumos en el extranjero que mejore la producción de nuestros productos o servicios.
Deseo de corazón que Argentina en corto, mediano y largo plazo tenga una política abierta al mundo, donde las exportaciones y la fabricación nacional jueguen un papel clave para el desarrollo del país. Tenemos todo para hacerlo, soñemos que ese camino puede ser posible, y hagámoslo realidad; entre todos.
(*) Especialista en Logística Integrada.
Nota publicada en RevistA Énfasis Sudamérica edición septiembre 2021. Ingresá aqui.
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