Decir que la pandemia planteó un nivel de demanda de servicios de la red logística tremendamente superior, hoy no es novedad. Pero sí el hecho que la red de abastecimiento, y en especial los centros de distribución logística, fueron llamados a la trasformación, no sólo en sus procesos implementados, sino en los nuevos a implementar.
Solamente en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se crearon en el 2020, en áreas de logística e ecommerce, entre 15 y 20 mil nuevos puestos de trabajo. Este crecimiento ha sido exponencial en cuanto a la cantidad y calidad de tecnología implementada en los centro de distribución. Allí cada variable como espacio, mano de obra, uso de tecnología y transporte, se multiplicó entre 5 y 7 veces. Esto volvió a las operaciones mucho más complejas y exige mayores requerimientos de eficiencia.
Consultado por Énfasis Logística Sudamérica, Eduardo Bastitta, presidente de Plaza Logística, analizó el panorama y detalló los desafíos planteados por el contexto que pone la lupa hoy sobre los Centro de Distribución, que buscan ser cada vez más eficaces.
Énfasis Logística Sudamérica: ¿Cuál es el mayor desafío que tiene hoy un centro de distribución para lograr la eficiencia?
Eduardo Bastitta: Los desafíos están puestos en la articulación de jugadores, o sea, la red logística. Una de las claves de la eficiencia en la red en general, pero en particular de los centros de distribución, es la calidad o la diversidad de esa red.
Si se logra articular entre distintos operadores logísticos y dadores de carga las operaciones, consolidarlas y ganar escala, se lograría una eficiencia a la que no se podría llegar ni con la mejor implementación tecnológica que pueda uno imaginarse. Eso es clave.
Luego, sin lugar a duda, la implementación de tecnología se vuelve fundamental, porque el contexto demandó la necesidad de incorporar mano de obra de manera exponencial. Esto provoca que distintos procesos mejoren dentro del centro de distribución y es debido a la automatización. Tuve la oportunidad de visitar grandes fulfillment centers de Amazon en EE.UU., y es notable esa evolución, que es acelerada por la tecnología. Ahora, lo que nunca deja de ocurrir es que existen muchos procesos que son y seguirán siendo manuales, porque la implementación de tecnología viene de un aumento de la necesidad de servicios a brindar. Las personas quieren cada vez más variedad de productos y que les llegue más rápido. Resumiendo, la tecnología mejora, se automatiza, pero la demandad pide más. En lo personal creo que estamos lejos de ver, si es que existe tal cosa: el punto de equilibrio al que van a llegar los centro de distribución, pero los cambios son permanentes.
E.L.S.: ¿Qué elemento o tendencia ya implementada en países desarrollados, crees que sería interesante poner en marcha en Argentina y la región?
E.B.: Diría que una de las tenencias más interesantes es la aparición del concepto de fulfillment center. Se trata de un centro de distribución que consolida el stock de miles de empresas, particularmente PyMEs; con lo cual tiene un valor enorme, incluso desde el punto de vista económico social, porque brinda la oportunidad a las pequeñas y medianas empresas de tener parte de su stock en un centro que tiene la mayor eficiencia logística existente. Les permite estar a la altura de una empresa grande, con acceso inmediato del consumidor. Esa escala genera una eficiencia tremenda, desde el punto de vista logístico.
La complejidad de administrar un fulfillment center radica en la variedad de productos. Hay que imaginar miles de empresas, cada una de ellas con diferentes códigos de unidades de mantenimiento de stock (SKU), lo que lleva a desarrollar la capacidad en un mismo centro y a veces de administrar más de un millón SKUs. Esto plantea una serie de complejidades enormes, que se fueron subsanando durante estos últimos anos, mediante una combinación de tecnología, automatización e ingenio.
E.L.S.: ¿Cómo está posicionada América Latina y en particular Argentina en cuanto a la evolución de los centros de distribución, actualmente?
E.B.: En la región y en especial en Argentina nos encontramos haciendo realmente una suerte de aggiornamiento importante, en lo referido a implementaciones y soluciones. En general, en términos de logística e e-commerce per cápita veníamos muy retrasados, ya que los números mostraban que manteníamos la décima parte de los volúmenes del resto del mundo. Hoy estamos creciendo fuertemente, aunque todavía estamos lejos del mundo, pero destrabamos algunas de las cuestiones fundamentales que nos tenían bloqueados, y el círculo virtuoso que se creó hace que la evolución sea mayor y más favorable.
Argentina presenta algunos factores, como lo es la inestabilidad de la macroeconomía, que persiste y hace que cueste mucho avanzar o que sea más lenta la evolución.
E.L.S.: ¿Cómo ves la proliferación de centros logísticos en Argentina fuera de lo que es el centro del país o la cercanía a los puertos?
E.B.: Argentina tiene un desafío doble que otros países de la región y es por algunas razones particulares. Una de ellas es que no contamos con una macroeconomía estable y otra importante es que nuestro sistema impositivo no ayuda a que fluya la cooperación.
En el sector de la logística se pueden observar evoluciones, actualmente planteadas por la pandemia y el consumo mediante el e-commerce, que impresiona desde varios puntos de vista. Y si bien estamos dedicados a potenciar este sector, no podemos ser ajenos a que es como si faltara el piso a la hora de hacer inversiones. El 70% de lo que uno necesita para poder avanzar, invertir, crecer, desarrollarse y generar empleo es una macroeconomía estable que no tenemos desde hace 20 años. En el caso del sector logístico, cada mejora requiere grandes inversiones en infraestructura que hay que hacer y fondear. Sin embargo, el sector genera empleo y es tremendamente virtuoso para la economía y el gran objetivo en poder seguir invirtiendo.
E.L.S.: ¿Qué rol cumple la sustentabilidad en el sector y cómo ves la evolución de este aspecto en los centros de distribución actualmente?
En logística la sustentabilidad viene dada por la eficiencia y esa es una gran ventaja que tenemos en el sector. Ser mejores y generar modelos de negocios que sean rentables implica además sustentabilidad. ¿Por qué? Porque lo que hacemos es minimizar los factores de producción que generan contaminación, como puede ser el transporte. Y para nosotros los actores del sector logísticos eso es una suerte, porque podemos dejar un huella en ese aspecto. Diferente seria si trabajáramos en una tabacalera o en una petrolera, donde que te vaya bien o mejor, implicaría mayor contaminación.
En nuestro caso, que nos vaya mejor o que hagamos las cosas bien implica, además, ser más sustentable. Eso es una oportunidad enorme. Nosotros en Plaza Logística pensamos que debemos agradecer todos los días que pertenecemos a un sector en el que haciendo las cosas bien para nuestro accionistas, también hacemos un bien a la sociedad y al medio ambiente. Eso es un lujo. Un centro de distribución eficiente y una red logística hacen a la sustentabilidad.
En la región están mejor que nosotros en Argentina, mayormente por la información que recibimos, los casos que podemos estudiar y la interacción que tenemos con diferentes partes de países vecinos. Mi sensación es que se encuentran un poco mejor que nosotros, pero todavía lejos otros países más desarrollados.
En el mundo desarrollado, que ojalá sea la tendencia para la Argentina y Latinoamérica, realmente la conciencia de sustentabilidad en la inversiones es impresionante. Ya se mide en porcentajes los fondos internacionales que se dedican exclusivamente a desarrollos que tenga impacto positivo desde el punto de vista de la sostenibilidad. Ese es el cambio que se está dando en el mundo.
Nota publicada en RevistA Énfasis Sudamenricana, edición Marzo 2021. Ingresá aqui.
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