La distribución cobra un rol fundamental en las empresas del sector, que buscan eficientizar sus procesos y mejorar sus costos. Los especialistas de iFLOW enumeran los desafíos de la industria.
La pandemia profundizó algunas tendencias del consumo masivo, a la vez que transformó otras. En ese escenario, todos los eslabones de la industria debieron atravesar grandes procesos de innovación, para poder responder a los rápidos cambios del sector. La respuesta, coinciden los especialistas, supo ser rápida, con una reinvención relevante en muchos segmentos del negocio. Sin embargo, todavía queda un enorme desafío en las áreas de logística y distribución, principalmente en la Argentina.
Cada vez son más las empresas que comprenden el valor de invertir en tecnología y en procesos internos en esta etapa clave para el negocio. De todas maneras, en el paso a paso sobre cómo hacerlo, es importante contar con el apoyo de referentes del sector. Sobre todo, con una estrategia que se adapte al tipo de organización y a los objetivos que posea; iFLOW ha podido entender estas necesidades del sector y ha puesto como prioridad la inversión de tecnología aplicada a sus procesos.
Los desafíos de la logística
Según Ignacio Stanham, analista de Tráfico de iFLOW, y Carlos Rewerski, director Comercial de la compañía, uno de los mayores desafíos fue justamente tener un tiempo de respuesta rápido a las exigencias y necesidades de los clientes, ya que la pandemia generó un aumento muy grande en estos sectores no solo a nivel local, sino en todo el mundo. “El poder tener cintura para realizar la distribución es lo que permite que una empresa logística genere de manera eficiente un gran margen de rentabilidad”, consideran los especialistas.
A su vez, otro desafío clave es el de mantener dentro de una estructura empresarial las normas de Seguridad e Higiene en su totalidad, e implementar procesos donde el contacto estrecho y las aglomeraciones se reduzcan de manera significativa. Dentro de una empresa logística, donde uno de los Core Business radica en el almacenamiento de la mercadería, se necesita de una gran cantidad de colaboradores presenciales trabajando en la operación. La pandemia hizo necesario la implementación de protocolos de seguridad muy estrictos para que los colaboradores presenciales sean resguardados, ya que el rubro ha sido considerado actividad esencial.
Un tercer desafío, suman los referentes de iFLOW, es la implementación de plataformas online, que permitan a los usuarios, es decir los consumidores finales, satisfacer sus necesidades desde sus casas y a unos clicks de distancia. Atenta a esto, iFLOW logró aumentar sus clientes y volúmenes de entrega, ya que prioriza la inversión en sistemas tecnológicos, teniendo en cuenta que la firma no es solo de logística sino también de tecnología.
“La empresa cuenta con sistemas de última generación que permite ofrecer un ruteo de manera más eficiente, obtener el minuto a minuto de cada reparto que se encuentra en la calle, así como también, conocer el estado de cada entrega y donde se encuentran los transportistas; lo que en el sector logístico denominamos “trazabilidad completa del producto”. Todo esto, es un gran valor agregado a la hora de ofrecer nuestro servicio a los clientes”, asegura Stanham.
En todos los mercados, el mayor interés está en obtener todos los productos en un mismo envío. Esto permite reducir la cantidad de entregas para eficientizar el tiempo de recepción y de reposición de stock. “Es aquí donde iFLOW logra diferenciarse de otras empresas de logística: al disponer de centros de distribución propios con multiplicidad de SKUs, se puede optimizar la distribución a través de una ingeniería aplicada en la programación de la flota, lo que se traduce en la utilización de menor cantidad de vehículos”, agregan.
Desde lo operativo, los beneficios de la inversión tecnológica para las empresas son variados. Así como iFLOW, cada vez son más las compañías que llevan a cabo inversiones tecnológicas, como la compra de un software que permite generar rutas y visualizarlas en tiempo real, o incorporar una cinta transportadora, entre otras.
Por supuesto, esto se traduce en una mayor rentabilidad. Asimismo, en el día a día se reducen de manera clara los tiempos operativos, la necesidad de mano de obra y se obtienen mejores tiempos de procesamiento de la información. “Claramente los costos suelen ser elevados, sin embargo, un proyecto bien implementado puede ser amortizado en unos tres o cuatro años, dependiendo de la escala”, señalan los ejecutivos de Iflow.
Mirada internacional
Si miramos las oportunidades de negocios que ofrece el consumo masivo a nivel mundial, nos encontramos como países referentes a Estados Unidos, China y Japón. “Tomemos el caso de Estados Unidos, un país donde las oportunidades son inmensas. Una de las empresas más conocidas en el mundo es Amazon; no solo es una empresa de logística, sino que también es una empresa de tecnología”, comparan los especialistas sobre uno de los gigantes de consumo a nivel global, con una distribución engranada desde el punto de venta hasta la plataforma de comercio electrónico.
En tanto, a la hora de comparar el nicho de la logística argentina con alguno de estos países resulta difícil hacerlo. “Pocas empresas argentinas se encuentran en el afán de poder competir internacionalmente y ponerse a la altura de estos países. Un claro ejemplo es iFLOW, que se encuentra en búsqueda de nuevos horizontes donde poder expandir su distribución, su tecnología y conocimiento”, concluyen.
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