Las pérdidas económicas ocasionadas por fallas en la cadena de frío alcanzan un promedio anual de 182 millones de dólares, según datos recientes del sector logístico. Esta cifra refleja el impacto que puede tener un manejo inadecuado en el transporte de productos sensibles a la temperatura, como medicamentos, alimentos perecederos o insumos biomédicos. La logística refrigerada, en este contexto, se ha convertido en un área crítica dentro de las cadenas de suministro, donde cualquier interrupción puede traducirse no solo en un impacto financiero, sino también en el desperdicio de bienes esenciales.
Para mitigar estos riesgos, las empresas están adoptando herramientas tecnológicas de última generación, conocidas como soluciones 4.0. Entre ellas se destacan los sistemas de monitoreo en tiempo real, la telemática avanzada y las plataformas de conectividad inteligente. Estos desarrollos permiten observar con precisión el estado de la carga durante todo el trayecto, incluyendo la temperatura dentro de los vehículos, y generan alertas ante cualquier desviación que ponga en riesgo la integridad del producto transportado.
La posibilidad de supervisar la carga minuto a minuto transforma la gestión logística al permitir respuestas inmediatas. “Hoy no basta con saber dónde está la carga, necesitamos saber qué puede fallar antes de que ocurra”, explicó José Carlos Gómez, director de ventas LAR Norte de Thermo King. Esta anticipación es posible gracias a soluciones conectadas que no solo informan el estado actual de las unidades refrigeradas, sino que también ayudan a preservar la estabilidad térmica frente a factores imprevistos, reduciendo al mínimo la posibilidad de una falla crítica.
Análisis predictivo
Un aspecto clave del avance tecnológico en logística es el uso del análisis de datos predictivo. Esta herramienta analiza información histórica y operativa para detectar patrones que podrían derivar en problemas futuros, como fallas mecánicas o desvíos en las condiciones térmicas. De este modo, es posible programar mantenimientos preventivos y tomar decisiones basadas en escenarios probables. El monitoreo deja así de ser una acción meramente reactiva para transformarse en una estrategia de gestión anticipatoria.
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La tendencia a invertir en este tipo de soluciones es creciente. El Informe Anual de la Industria de MHI 2024 señala que el 55% de los responsables de la cadena de suministro están invirtiendo activamente en innovación tecnológica. Además, un 42% de ese total proyecta asignar más de 10 millones de dólares. Esta inversión apunta no solo a mejorar la eficiencia, sino también a cumplir con nuevas exigencias regulatorias en torno a la trazabilidad térmica, especialmente en sectores como el farmacéutico y el alimentario.
La trazabilidad exigida por normativas internacionales, como las disposiciones del Good Distribution Practice (GDP) o la Food Safety Modernization Act (FSMA), requiere sistemas que almacenen de manera automática los registros de temperatura durante todo el recorrido de la carga. La telemática avanzada cumple esta función, facilitando auditorías y asegurando la conformidad con estándares exigidos por autoridades sanitarias y comerciales tanto nacionales como extranjeras.
El uso de IA
Además de los beneficios operativos y regulatorios, la adopción de tecnología inteligente en la cadena de frío tiene un impacto directo en la sostenibilidad. El uso de algoritmos y de IA para optimizar rutas y tiempos de entrega se traduce en una reducción del consumo de combustible. Esto, a su vez, disminuye la huella de carbono de las operaciones logísticas. Según el informe de MHI, el 42% de las empresas ya están utilizando tecnología con este objetivo, en un contexto donde la presión por reducir el impacto ambiental es cada vez mayor.
La evolución del sector también queda reflejada en las proyecciones de crecimiento del mercado global de monitoreo de cadena de frío, que pasará de 8 mil millones de dólares en 2025 a más de 29 mil millones en 2033, de acuerdo con Straits Research. Frente a este panorama, José Carlos Gómez resume el desafío con una frase contundente: “La logística de transporte refrigerado del futuro ya está aquí. Equipado con sensores, conectado en tiempo real y guiado por algoritmos, este nuevo paradigma está redefiniendo la cadena de frío”. Para muchas empresas, la cuestión ya no es si implementar estas herramientas, sino cuándo hacerlo.