Desde la comunidad de la diplomatura especializada en retail, Retail Chain y el equipo de profesores, hoy les traemos 4 aspectos que nos ayudarán a lograr nuevos puntos de vista para entender los entornos del transporte de carga, con 4 miradas particulares.
Pertenencia, Liderazgo, Innovación y Perspectiva.
Sentido de pertenencia: ¡Un Club de Transportistas!
Por Gabriel Lucchesi, Gerente de Inteligencia Comercial & Marketing de OCASA.
En logística, la relación con los transportistas suele ser estrictamente operativa con foco en la performance. Este modelo tiene límites, y por eso en 2022 desde OCASA se creó un programa para consolidar esta relación estratégica en la cadena de valor: el Club de Transportistas OCASA.
Este programa redefine la gestión de las entregas a través de tres ejes: reconocimiento, beneficios y tecnología. Con un sistema categorizado de beneficios, que contempla desde capacitaciones y descuentos hasta incentivos económicos y visibilidad destacada, se busca generar pertenencia y mejorar la experiencia de los más de 1.500 transportistas en Argentina.
Se complementa con asistencia en ruta, herramientas financieras y un sistema de scoring que ofrece puntos, insignias y rankings, con el plus que tiene la información en tiempo real que hace que cada viaje se convierta en una oportunidad de superación.
Desde su implementación, el programa logró un 32% de fidelización y menor rotación, 16% de reducción de costos de contratación y un impacto cultural basado en la colaboración y el trabajo en equipo.
Es de destacar, que el Club de Transportistas está en evolución constante, avanza hacia la expansión digital y acciones de gamificación, iniciativas de sostenibilidad y logística sustentable, como así también su internacionalización a todos los mercados donde OCASA tiene operaciones.
Liderar la última milla: El eslabón clave de cara al cliente
Por José Angel Jesus Miniello Director de Operaciones e Innovación OCA
Nos encontramos frente a un punto de inflexión: un momento bisagra entre lo que conocíamos y aquello con lo que debemos lidiar en el presente y, sin dudas, en el futuro.
El ecosistema de la contratación de fleteros para la última milla ha experimentado una transformación acelerada, en sintonía con el crecimiento del comercio electrónico. En este universo amplio y dinámico de oferta de servicios logísticos, también emergen tensiones: la escasez de recursos disponibles y la informalidad creciente que caracteriza buena parte del sector.
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Desde el ámbito administrativo y operativo, estos cambios representan un desafío significativo. A la necesidad de eficiencia, se suma el reto de convivir —y articular— con estructuras poco formales. En ese punto de tensión, donde conviven modelos tradicionales con nuevas formas de trabajo, el liderazgo adquiere un rol central e ineludible.
Ya no alcanza con supervisar tareas. Hoy, liderar en el sector del transporte implica gestionar personas bajo presión permanente, contener emocionalmente, sostener equipos dispersos y, sobre todo, crear entornos que permitan canalizar el estrés hacia la acción positiva.
El estrés, bien entendido y administrado, es una herramienta evolutiva. La ciencia reconoce que niveles controlados de estrés —conocidos como eustrés— pueden potenciar el rendimiento, la toma de decisiones y la creatividad. Por el contrario, el distrés, su versión crónica y negativa, deteriora la salud, mina la motivación y fragmenta los equipos.
Por eso, el desafío no es eliminar el estrés, sino transformarlo en motor. Y para lograrlo, el liderazgo debe centrarse en tres pilares fundamentales:
- -Empoderamiento real de mandos medios: con capacidad de decisión en la contratación, evaluación y reconocimiento de sus equipos.
- -Formación y contención emocional: herramientas concretas para gestionar presión, conflictos y cambios constantes.
- -Clima organizacional empático: espacios donde la escucha activa y la valorización de ideas generen sentido de pertenencia, aun en contextos de alta exigencia.
Hablar de “poner a las personas primero” no puede seguir siendo una frase decorativa o un eslogan institucional. Debe convertirse en un principio operativo. Porque quien cuida a sus colaboradores, cuida también a sus clientes. Y quien lidera con empatía, termina transformando la presión en resultados sostenibles.
Innovación en Sustentabilidad logística: Cuestión de peso
Por Juan Ignacio Guajardo Director Ejecutivo en Torky Mobility
La logística argentina tiene la necesidad de optimizar costos como nunca gracias a la gran competencia que sigue creciendo desde la pandemia y el incentivo de la compra online. Esta es una gran oportunidad para que el CRECIMIENTO sea haciendo lo contrario, REDUCIENDO. Para reducir costos debemos reducir el peso de los vehículos, el tiempo de carga, el costo de mantenimiento, etc, y eso no se logra solo con camiones y camionetas, ¡necesitamos reducir nuestros vehículos!
Hace años que confundimos la sustentabilidad de la movilidad solo por cambiar un motor a combustión por uno eléctrico, pero ¿sabían que los vehículos eléctricos terminan siendo más pesados que los Diesel o a Nafta? ¡Un Tesla pesa más de 2000kg!
La clave de la sustentabilidad de los vehículos surge de la relación entre el peso del vehículo y la carga que transporta: una camioneta puede mover apenas la mitad de su propio peso, mientras que una bicicleta de carga puede trasladar hasta diez su propio peso. Esa eficiencia marca el rumbo de una logística más liviana y flexible.
El bienestar con el que trabajen los conductores/as va a ser proporcional a la buena predisposición que tengan al entregar los paquetes. Recordemos que en la era del E-commerce los conductores/as van a ser la cara visible de nuestra empresa, y su bienestar impacta directamente en la experiencia con el cliente. Para esto no solo se valora el aire acondicionado o la calefacción, sino un vehículo ágil, que no requiera dar vueltas y vueltas para estacionar y que esté diseñado especialmente para la tarea de reparto.
Llegó el momento de que las grandes y medianas empresas entiendan que en pocos años los consumidores valorarán mucho más a las empresas ágiles que puedan rediseñar sus procesos para ser cada vez más eficientes versus aquellas que detrás de grandes marcas solo pueden aferrarse a un modelo de negocio clásico que tiene los días contados.
Cuando las “malas” prácticas dan cátedra: Informalidad vs. Formalidad
Por Juan Manuel Sanche Founder & Managing Partner de KPI Consulting
En la última milla, la capacitación nació en la práctica. Mientras la formalidad sigue atada a procesos, autorizaciones y sistemas que se caen, la informalidad se entrenó en la calle: dinámica, rápida y resolutiva. Los paquetes pasan de mano en mano, los crossdocking se sostienen con escasez de personal y los mismos 60 repartidores preparan sus cargas en minutos para salir a repartir.
Desde KPI Consulting relevamos depósitos y estructuras informales para entender cómo se mueve la última milla de verdad. Allí descubrimos que la capacitación no es un curso, sino un aprendizaje colectivo en vivo: el nuevo repartidor observa, copia, y en horas ya sabe cómo integrarse. La diferencia clave está en el modelo económico. En la formalidad, el desafío es hacer rentable un recorrido completo.
En la informalidad, entendieron que lo valioso era asegurarle al distribuidor un ingreso extra todos los días. Así aceptan recorridos más cortos, con 7 a 10 envíos, donde se paga más por cada entrega. El resultado: repartidores conformes y usuarios de e-commerce satisfechos.
La informalidad logró “uberizar de verdad”: hacer match entre lo que necesita el usuario y el cumplimiento del nivel de servicio e-commerce. El reto ahora es transformar realidades: tomar esa agilidad y flexibilidad que la calle ya demostró, pero con el marco de profesionalización, seguridad y sustentabilidad que asegure el futuro de la última milla.