Por: Horacio Stering (*)
Las prioridades hoy pasan por responder a los salarios y disminuir los costos fijos. Con este objetivo, se renegocian alquileres y servicios tercerizados, y se extienden los plazos de pago, entre otras acciones.
Más allá de la coyuntura actual, la contabilidad de costos forma parte del esquema general de la contabilidad de una organización. Su objetivo es captar la información referida a los sacrificios económicos dirigidos a elaborar un producto o prestar un servicio, analizarla y sistematizarla para la toma de decisiones.
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Debido a lo crítico de esta información para el negocio, más aún en escenarios como el que debemos atravesar hoy, es necesario adquirir conocimientos y herramientas para realizar análisis de costos más efectivos con adecuada interpretación de los mismos, y de esta manera garantizar la continuidad del negocio y generar ventajas competitivas.
Veamos algunas consideraciones a realizar frente al objetivo de lograr una adecuada gestión de costos:
1) Ninguna gestión administrativa puede garantizar una buena rentabilidad ya que ésta depende no sólo del adecuado seguimiento del comportamiento de los costos sino de una multitud de otras causas. No obstante, una adecuada gestión de costos, esto es, captación de información confiable y oportuna, pormenorizado análisis y apropiada toma de decisiones, favorece que se creen condiciones como para que obtengamos resultados positivos.
En este marco, es importante destacar que aumenta la necesidad de un adecuado y oportuno seguimiento de los costos (industriales, comerciales, logísticos, administrativos, financieros), cuando:
· los márgenes se comprimen,
· los precios de venta presionan hacia abajo,
· los costos hacia arriba.
De lo contrario, hay una tendencia a descuidar el análisis profundo de los costos dado que el “colchón” creado por la diferencia entre los precios de venta y los costos son suficientes como para esconder esos descuidos.
2) Las personas que trabajan en los departamentos de la organización deberían capacitarse en la gestión de costos, en especial aquellos relacionados con sus actividades específicas.
Entre las competencias necesarias para tomar decisiones relacionadas con costos se destacan:
· comprensión y viabilización de la captación de datos para convertirlos en información con un método de costeo,
· capacidad para relacionar información de áreas diferentes,
· precaución de tomar atajos a modo de soluciones simplistas frente a la complejidad que plantea la información sobre costos, sin que ello implique complicar en demasía los análisis,
· preguntarse una y mil veces ¿por qué esto es así?, ¿cuál otro camino podríamos tomar?
Desarrollando los conocimientos y habilidades necesarias, se estará en condiciones de comprender:
· el comportamiento de los costos,
· la sensibilidad de los mismos a las decisiones que se tomen,
· la interrelación con costos de otros departamentos,
· el aporte que hacen a la organización en su conjunto desde una perspectiva sistémica.
3) Es fundamental que cada área de la empresa vinculada con la gestión de costos posea acceso a recursos tecnológicos que faciliten el acceso a la información clave.
4) ¿Sin un minucioso análisis de costos es posible lograr que la toma de decisiones sea la acertada? Depende de los momentos y del ciclo de vida de toda organización:
· En épocas en las que las condiciones del contexto no juegan a favor, es necesario ir a lo profundo del análisis para identificar, entre otras cuestiones: costos ocultos, inadecuadas utilizaciones de recursos, factibilidades de mejoras que no son explotadas, y cambios tecnológicos que mejoren la eficiencia y la productividad.
· En cuanto al ciclo de vida organizacional pienso que en los primeros años se debe tratar de ganar un espacio en el mercado lo más rápido posible y casi “sin que alguien se entere”, con lo cual los costos pasan a un segundo plano.
· Cuando la organización se acerca a una edad madura, es probable que se haya originado una alta burocratización administrativa que obstaculice la toma de decisiones acertadas, en especial por la falta de rapidez de reacción ante las modificaciones en el contexto, incluso dentro de la organización.
En síntesis, si bien los análisis minuciosos no garantizan que las decisiones sean las acertadas, aumentan la probabilidad de que tengan una racionalidad apropiada y ajustada a las condiciones contextuales e internas.
No obstante los análisis minuciosos no deben llevar a la llamada ‘parálisis por excesivo análisis’. Esto es, inacción inercial que no permita tomar decisiones
oportunas y/o postergar indefinidamente decisiones que pueden ser dolorosas de encarar, pero que de no hacerlo tendrá consecuencias desfavorables.
Por otro lado, la falta de análisis pormenorizado hace que la organización navegue sin GPS en mares turbulentos.
5) Los mercados están sintiendo el impacto de la retracción tanto de la oferta como de la demanda generando una convulsión de la que no tenemos que dejarnos atrapar. Tener en claro los costos ayuda a que pongamos en funcionamiento el GPS y sepamos desde dónde venimos, dónde estamos y hacia dónde vamos.
(*) Director del Posgrado Costos para la Gestión – UTN.BA