La Asociación Argentina de Logística sumó a sus ya clásicos desayunos una novedosa actividad de actualización y capacitación. Organizó el pasado 1° de julio una visita a Terminales Río de la Plata (TRP), en el puerto de la Ciudad de Buenos Aires. El encuentro constó de dos partes. Por un lado, una charla técnica con especialistas de TRP y de la empresa naviera Hamburg Sud. Por otro, la visita en sí a la terminal portuaria, para observar las operaciones sobre un buque de última generación.
Alrededor de 120 personas participaron de la iniciativa. El inicio de la jornada contó con las palabras de Hernán Sánchez, presidente de ARLOG, quién explicó los objetivos de esta nueva modalidad: mostrar ejemplos concretos de logística de clase mundial. Luego fue el turno de Facundo Hernández Vieyra, gerente comercial de TRP, quién reveló en primer término las proyecciones para la actividad en lo que resta del año, con un movimiento estimado en 1,5 millón de contenedores.
El ejecutivo también se refirió a otro de los puntos clave para el futuro del puerto de Buenos Aires: la operación intermodal. En tal sentido, explicó que TRP es la única terminal con operación ferroviaria dentro de la zona primaria aduanera. Además, indicó que cuenta con muelles no operativos para que las barcazas puedan esperar y planificar sus operaciones, sin tener que usar remolcadores.
Acto seguido tomó la palabra Manuel Martínez, gerente de operaciones de la terminal, quien describió sus tres procesos principales: muelle, yard y gate. Indicó que hay flujos muy concentrados de muelles y que la entrada y salida de camiones o trenes se da en forma constante. Precisó que en TRP se mueven alrededor de 740 mil TEUs anuales. Y entre los principales recursos con los que cuentan, destacó a las grúas pórtico de 36 metros.
También remarcó que «se planifican las operaciones de acuerdo con las instrucciones de los clientes» y que «esto permite lograr un nivel de productividad óptimo, tanto en la carga y descarga de buques como en la entrega y recepción de la mercadería». A su vez, señaló que «la habilitación de canales de comunicación apropiados les facilita a nuestros clientes la obtención de los datos pertinentes a cada carga en particular, además de una previsión oportuna y de la disponibilidad inmediata de la mercadería».
Por último, Benito Renfurm, gerente general de Hamburg Sud, explicó que «los tamaños de las embarcaciones son consecuencia del desarrollo del mercado», poniendo como ejemplo el buque Cap San, el avistado durante la visita a la terminal, con una capacidad de hasta 10.000 TEUs. Al respecto, añadió que «los grandes barcos traen eficiencia y son más amigables con el medio ambiente». No obstante, el directivo no escondió los problemas que encuentran en el puerto de Buenos Aires, con limitaciones de ingreso y egreso, al tener un solo canal, de navegación y calado, sin solución en el corto plazo.
En cuánto a los costos, expresó que un flete desde Buenos Aires a Rotterdam, Holanda, el principal puerto europeo, cuesta alrededor de 600 dólares por contenedor y un camión de Mendoza a Buenos Aires, cerca de 1400 dólares más IVA. Ante tal paradoja, ofreció algunas alternativas o soluciones probables: un canal de ingreso y egreso, un mejoramiento en el ancho del canal, y mejorar el uso del ferrocarril.
Luego de la charla todos los presentes realizaron una recorrida guiada en micro por la zona operativa portuaria, en la que pudieron observar la operación de carga y descarga del buque de última generación Cap San.