Los camioneros reclaman que deben esperar hasta tres días para descargar los granos en el puerto de Santos. En 2013, los problemas de infraestructura podrían reducir las exportaciones de maíz en 2 millones de toneladas.
Los camioneros reclaman que en el puerto de Santos, por el que pasa una cuarta parte del comercio exterior de Brasil y más de la mitad de sus embarques agrícola, deben esperar hasta tres días para descargar la cosecha de maíz por la mala infraestructura del puerto.
Este año con una cosecha de maíz récord cercana a 75 millones de toneladas, Brasil podría vender al exterior 15 millones de toneladas y 20 millones en 2013, según la consultora brasileña Agronconsult.
Sin embargo, el optimismo de los agricultores por las próximas cosechas pronto se desvanece cuando piensan en la entrega de su producción. «Este será el año en que se pondrá verdaderamente a prueba la logística de Brasil», señaló Marcos Rubin de Agroconsult. En 2013, los problemas de infraestructura podrían reducir las exportaciones de maíz en 2 millones de toneladas.
Según publicó El Cronista, al igual que muchas otras áreas de infraestructura brasileña, el puerto de Santos no puede satisfacer la mayor demanda de los últimos años. Las constantes huelgas en los puestos fronterizos, que dejaron más de 250 buques varados en el mar, también perjudican los embarques.
El espacio para almacenamiento no es suficiente y los caminos están repletos de camiones. Sérgio Castanho Teixeira Mendes, director general de la, Asociación Nacional de Exportadores de Cereales de Brasil, estima que el costo por tonelada de grano transportado en Brasil es entre u$s60 y 70, superior que en Argentina o Estados Unidos, porque gran parte del recorrido se hace en camión.
Las concesiones de transporte anunciada ayer por la presidente Dilma Rousseff para atraer inversiones privadas por 133 mil millones de reales para los próximos 25 años fueron bien recibidas, pero muchos temen que falta aún mucho para que se vean mejoras tangibles.
Los agricultores de uno de los principales estados maiceros de Brasil, Mato Grosso, optaron por contratar a una consultora para que los ayude a terminar con los cuellos de botellas locales.
Fuente: infocampo