Las exportaciones registraron una merma del 36 por ciento respecto de enero del año anterior, mientras que las importaciones lo hicieron en un 38 por ciento, según revelaron los últimos datos arrojados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
El informe indica que el comercio exportable recaudó este año 3.730 millones de dólares, mientras que las importaciones sumaron 2.759 millones, consiguiendo un saldo a favor de 971 millones de dólares, reflejando una caída del 27 por ciento sobre el mismo período del último año.
El informe oficial da parte de que la disminución en materia exportable corresponde a las cantidades vendidas en un 25 por ciento y a la baja de los precios en un 14 por ciento. Los rubros más perjudicados en sus ventas fueron cereales, grasas y aceites, material de transporte terrestre y carburantes.
Por su parte, las importaciones adjudican su disminución casi exclusivamente a las cantidades vendidas, debido a que los precios de los productos que importa el país descendieron sólo en un 1 por ciento.
Por supuesto, la crisis mundial se reflejó también en la balanza comercial, dejando expuesto el complicado escenario de intercambio con el MERCOSUR. Las exportaciones argentinas hacia el bloque cayeron en un 51 por ciento, en tanto las importaciones provenientes del mismo menguaron en un 54 por ciento.
El INDEC hizo mención además al conflicto de la sequía, que afectó las exportaciones de trigo y aceite de soja. Las importaciones registraron también un freno en la actividad industrial, los bienes de capital – maquinarias – cayeron un 46 por ciento en cantidad y un 47 por ciento en valor.
Los bienes intermedios, piezas y accesorios se redujeron en un 35 por ciento en sus cantidades, y la industria automotriz disminuyó sus ventas en un 60 por ciento en el valor, mientras que los bienes de consumo lo reflejaron en un 37 por ciento.
