Los datos confirman la preocupación sobre el dinamismo de la economía mundial. La desmejora tiene, sin embargo, dos excepciones: China y Brasil, donde los flujos comerciales crecieron con ímpetu en ese período. Pero el panorama general es preocupante: las importaciones totales del G-7 (Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia y Canadá) y de los BRIC (Brasil, Rusia, India y China) crecieron apenas un 1,1%, después de haber registrado un ascenso trimestral de 10,1% en el período entre enero y marzo, precisó la OCDE. En cuanto a las exportaciones totales de ambos bloques, subieron un 1,9% en el segundo trimestre del año respecto del primero, instancia en la que habían crecido un 7,7%. Los cada vez más débiles flujos de bienes y servicios reflejan la fragilidad de la economía global y podrían atribuirse en gran parte a una demanda más baja y a medidas de austeridad en el mundo desarrollado, principalmente en Estados Unidos.
En China, las importaciones también se desaceleraron mucho, al 0,7%, frente al 11,1% en el primer trimestre, pero las exportaciones tuvieron un impresionante repunte del 10%, después de haber crecido sólo el 2,9% en el período entre enero y marzo. En Estados Unidos, el crecimiento en las importaciones bajó a un 3 por ciento desde el 11,1% en el primer trimestre, mientras que la expansión de las exportaciones cayó a un 2,6% desde el 5,6%. Las exportaciones brasileñas también tuvieron un incremento del 11,2%, frente al 5,7% registrado en el trimestre anterior.
Fuente: Ímbito Financiero