En un mundo en constante cambio, donde la internacionalización constituye un desafío permanente, al cual deben enfrentarse las empresas cada vez con más frecuencia para poder crecer o, en algunos casos, sobrevivir, se han redefinido las competencias técnicas y genéricas requeridas a los profesionales en comercio y logística internacional.
Factores tales como el impacto de las nuevas tecnologías y comunicaciones, en los procesos y negocios internacionales, coexisten hoy con la crisis financiera internacional y con el surgimiento de un neo proteccionismo global, con sus consecuentes barreras al intercambio. Para desarrollarse en ese contexto se requiere, no solo de la habilidad para detectar y desarrollar nuevos mercados u oportunidades comerciales, sino también del expertisse operativo logístico a la hora de importar o exportar.
CAPACIDADES TRANSVERSALES
Es menester destacar que como resultado de los fenómenos antes citados, y de la volátil situación internacional, las compañías buscan estudiantes y profesionales con formación integral, que demuestren no sólo solventes conocimientos técnico-operativos sino, además, un manejo fluido de temáticas tales como marketing, operaciones, finanzas, impuestos, etc., que les permitan desempeñarse y crecer transversalmente en las organizaciones. Por ejemplo, un asistente de negocios internacionales tiene que estar preparado para poder dar soporte al área de finanzas; un Gerente de Marketing debe contar con visión internacional, así como un Responsable de Compras es necesario que pueda dirigir con destreza el departamento de importación.
Asimismo, el irrefutable impacto de las TIC´s en las organizaciones, ha devenido en su aplicación en el fortalecimiento de la inserción internacional de las empresas, no sólo desde el Marketing Digital, sino también desde los procesos, tales como la trazabilidad o la desmaterialización de los documentos de embarque, o la tan anunciada Aduana digital, entre otros. Estos cambios han requerido el desarrollo de capacidades técnicas específicas por parte de los expertos en comercio exterior.
Por otro lado, la fuerte dinámica de los cambios observada en el comercio exterior argentino en los últimos años ha generado la necesidad de profesionales flexibles; capaces de gestionar y dirigir las áreas a su cargo en contextos cambiantes, comprometidos con la capacitación continua, y que muestren una gran orientación a la búsqueda de alternativas, que les permitan a las empresas la detección y explotación de oportunidades, aún cuando éstas no resulten aparentes.
La internacionalización de las compañías ya no se sustenta sólo en producir y exportar bienes o servicios con mayor o menor grado de adaptación. El mundo actual nos obliga a evaluar diversas alternativas, tales como:
- Producir en el exterior cerca de los centros de consumo.
- Dar transformación substancial a nuestros productos apalancándonos en las bondades de los Acuerdos de Libre Comercio.
- Optar por el outsourcing o parcialmente de nuestra producción o logística internacional.
- Utilizar las zonas francas como nodos de distribución para reducir drásticamente nuestros lead time.
- Constituir empresas conjuntas para penetrar un mercado.
Las mismas constituyen estrategias cada vez más utilizadas por el empresariado local y regional.
UNA FORMACIÓN INTEGRAL
Estos cambios nos llevan, entre otras, a las siguientes preguntas:
¿Están los profesionales en comercio internacional a la altura de las competencias requeridas por esta apertura a un mundo cada vez más globalizado, donde la internacionalización ya no constituye una mera opción empresarial? ¿Están nuestros expertos preparados para gestionar, con igual solvencia, la comercialización internacional de bienes o servicios?
Estas cuestiones constituyen la máxima preocupación de los que somos responsables de dirigir carreras vinculadas al área de negocios internacionales en las universidades locales. Específicamente en el ámbito del comercio exterior local, el mercado laboral necesita, no sólo de expertos que cuenten con sólidos y actualizados conocimientos y formación integral, sino que también cuenten con enfoque global, perfil innovador y espíritu emprendedor.
Ya no basta con producir y exportar, y centrarnos en el talento empresarial, como base del éxito de los negocios más allá de las fronteras. Necesitaremos un experto en la materia, quien deberá ser capaz de sugerir la estrategia más adecuada de internacionalización para cada mercado, gestionar áreas internacionales dentro y fuera del país, comprender a la logística como factor clave de éxito y utilizar la misma para construir una ventaja competitiva sustentable.
El desarrollo de las competencias citadas se adquiere sólo a través de una formación cadémica sustentada en programas de calidad, flexibles y ajustados a las demandas de mercado local y regional; adicionalmente requerirá de una capacitación enriquecida con actividades extracurriculares, que potencien el desarrollo tanto de las capacidades genéricas como las profesionales.
Pero no debemos olvidarnos de aquellas actitudes y valores, que impactan de manera drástica en el desempeño de los profesionales e idóneos a nivel empresarial, y que constituyen, muchas veces, la demanda básica de las organizaciones a la hora de reclutar sus recursos humanos: el compromiso, la pro actividad, la capacidad de trabajo en equipo, la autogestión, el pensamiento crítico, el liderazgo y el criterio ético; todos y cada uno de ellos deben formar parte de la formación actitudinal y moral de nuestros profesionales.
CONCEPCIÓN GLOBAL
Para ello, no sólo es necesario contar con programas actualizados y de calidad, las mejores clases con los mejores docentes, sino también la utilización de metodologías activas de enseñanza, tales como la resolución de casos, clínicas empresariales, y el uso de simuladores de negocios. En otras palabras, la búsqueda constante de la excelencia académica, a través de la generación de conocimientos, actitudes y valores dentro de la Universidad, basados en condiciones lo más cercanas a las que nuestros estudiantes y/o graduados se enfrentarán en la realidad empresarial diariamente.
Debe constituir el objetivo de las Universidades que capaciten en Comercio Exterior formar profesionales con mentalidad global; que busquen en forma constante para mantenerse actualizados en un entorno absolutamente dinámico y competitivo; lograr una mentalidad global, que no sólo se base en conocimientos técnicos, sino en una orientación permanente hacia proveedores y consumidores del mundo, con los cuales usualmente no compartimos idiomas, cultura, costumbres, usos, pero sí, el respeto y la comprensión de los motores de cambio que rigen los negocios internacionales.
La citada cosmovisión, forma parte de la mentalidad que permitirá al profesional /estudiante lograr los cambios organizacionales que aseguren el crecimiento y/o la supervivencia de su compañía, con su consecuente desarrollo y éxito.
También exige un excelente nivel formativo en lengua inglesa, ya que este idioma ha sido adoptado como el idioma universal de los negocios. Además, la posibilidad para estudiar otras lenguas y culturas, puede proporcionar una ventaja competitiva difícil de igualar. Promover los intercambios estudiantiles al exterior no solo logra la fluidez en el manejo de una lengua extranjera, sino también posibilita el desarrollo de la cultura global en los futuros hombres y mujeres de los negocios internacionales.
Debemos recordar que la formación en el área internacional no abarca únicamente la capacitación tradicional a nivel grado, sino también, a través de los cursos in company, extensión, programas conjuntos y maestrías, aportando al ámbito empresarial recursos humanos con diversos niveles de especialización, conforme a las necesidades planteadas.
Pero más allá del nivel educativo del que estemos hablando se requiere de una formación integral, que incentive la innovación, el espíritu emprendedor, actitudes y valores de los alumnos.
Para aquellos que tenemos la suerte de trabajar en capacitación en comercio internacional, y que hemos aprendido que nuestra profesión nos expone tanto a cambios como a oportunidades, aún en los tiempos más difíciles, veamos al mundo como una aldea llena de opciones. Levantemos la mirada, y trabajemos para construir, con inteligencia y con pasión, el profesional “Comex del siglo XXI”, tan necesario para nuestra Nación.
(*) El autor es Directora de la Licenciatura en Comercio Internacional de UADE.