Según las palabras de Evo Morales, el de 1904 es «un tratado incumplido». La respuesta de Chile no se hizo esperar. Consultado sobre el tema, el Presidente Sebastián Piñera señaló que «un aspecto central de los países para llevarse bien es el respeto a los tratados. Este Presidente respeta y va a hacer respetar el derecho internacional y los tratados internacionales y la soberanía y el mar, que nos pertenecen a todos los chilenos».
Desde la Cancillería chilena se hizo saber que el país ha cumplido con creces lo acordado en 1904. Para sustentarlo, elaboró informe que permitiera cuantificar por primera vez las inversiones que Chile ha realizado desde 2006 para fortalecer el respeto al Tratado de 1904 y asegurar la conectividad del comercio exterior boliviano. El informe establece que desde 2006 Chile ha invertido una suma superior a los US$ 614, sólo en las regiones de Arica y Parinacota, y Tarapacá.
Arica
El puerto de Arica es la puerta natural del comercio exterior boliviano. A 500 kilómetros de La Paz, no solo es el puerto más cercano, sino que las cifras demuestran que es el preferido por los privados a la hora del intercambio comercial. Este año, la carga de importaciones y exportaciones va a superar el volumen de 1.700.000 toneladas. Según Cancillería, a noviembre de 2011 el intercambio era de 1.672.013 toneladas, doblando las 803.147 toneladas que se comercializaron en 2005.
Esto representa más de 60% del total de carga boliviana que entra y sale de nuestro país que, contabilizando lo que ocurre en los puertos de Iquique (69.447), Antofagasta (247.199), y Mejillones (536.917), alcanzó a las 2.525.577 toneladas a noviembre de este año.
Las cifras contenidas en el estudio de la Cancillería refutarían las expresiones del Mandatario boliviano, ya que aunque existe un discurso crítico en los políticos, es claro que el comercio boliviano ha apostado por Arica, incluso por sobre otros puertos en los que tienen la posibilidad de intercambio de cargas, como Ilo, Buenos Aires y Montevideo, lo que hace que Arica sea calificada como «la princesa del comercio exterior boliviano».