Todo aumenta: la inflación, que creció un 2.6% en marzo, y la preocupación del transporte de cargas que, con estos números en alza, ve cómo los costos trepan y la competitividad sigue en la cuerda floja, según indica el estudio que mensualmente realiza la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC). Los precios aumentan y las proyecciones no son muy alentadoras: en el sector, los costos del último trimestre crecieron casi un 9%. La crecida de los precios del último mes fue impulsada, según el INDEC, por la suba registrada en alimentos y bebidas no alcohólicas, indumentaria y combustibles, entre otros elementos. El autotransporte de cargas es parte del proceso que recupera la materia prima de esos objetos y luego traslada los productos terminados, pero no es responsable de la fijación de precios. Al contrario, los empresarios del sector deben soportar el incremento constante de los costos, íntimamente relacionados con las políticas económicas oficiales. Según los datos arrojados por el Índice de Costos que mensualmente elabora FADEEAC, en el último año los indicadores que más crecieron son los que están condicionados por decisiones gubernamentales: los peajes, que acumularon una suba del 42.2% en 2017, los gastos generales, que treparon un 40%, y las patentes y tasas, con una concentración del 35%. A esto se le suma la presión fiscal sobre la tarifa fiscal del flete, que ronda el 40%. Si bien el Gobierno articula con el sector al incorporar la escalabilidad de cargas -propuesta por FADEEAC- en sus recientes medidas, las políticas económicas tienen injerencia en la suba de los números. Con estos valores y la inflación en constante aumento, FADEEAC alerta que los costos en alza afectarán cada vez más la competitividad y el crecimiento de un sector fundamental para la economía.