En medio de la crisis local e internacional, cuando las exportaciones de la Argentina caen, las pequeñas y grandes empresas productoras de alimentos son las que más posibilidades tienen de sacar mayor provecho a la veta de la exportación.
En parte por la caída de las exportaciones en general, y también porque los compradores foráneos resignan en ultima instancia la compra de comestibles, lo cierto es que la participación de los alimentos dentro del total exportado -más de 12 mil millones de dólares en lo que va del año- viene creciendo y hoy representa el 55% del total: el registro más alto de los últimos 15 años.
Entre las alimenticias que más están aprovechando ese intercambio figuran Molinos, Aceitera General Deheza, Arcor, Georgalos, Ledesma, Lerithier y casi todas las bodegas, entre muchas otras. Las exportaciones de carne vacuna superan los 1.500 millones de dólares y las de pescado trepan a los 1200 millones de dólares.
Ayer partieron rumbo a Sudáfrica y Angola representantes de la industria avícola exportadora, coordinados por el Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA), para participar de ferias de alimentos y rondas de negocios, y así poder incrementar las ventas de pollos y subproductos a estos mercados.
Desde la Fundación Exportar, encargada de promover los productos argentinos en el exterior, su titular, Marcelo Elizondo explica que las acciones se están haciendo en distintas vías: «En primer lugar, participando de ferias internacionales, la mejor vidriera para exhibir los productos locales». Entre ellas, las más inminentes son la World Food, en Moscú y la de Anuga, en Alemania. En el escenario local, Sial Mercosur y Expopesca, en Mar del Plata, van a ser los próximos dos escenarios para el intercambio comercial.
Fuente: Clarín – Natalia Muscatelli
