La pirateria desafia la protección de las cargas

 |   24 de agosto del 2017
La pirateria desafia la protección de las cargas

De acuerdo con el relevamiento realizado por la Mesa Interempresarial de Piratería de Camiones, en 2016 se produjeron unos 1.300 robos a camiones, de los cuales el 60 por ciento fueron cometido en la provincia de Buenos Aires, el 23 por ciento en la Capital Federal y el 17 por ciento en el resto del país. Si bien las cifras no serán mejores para este año, en el último semestre las zonas más afectadas correspondieron al conurbano bonaerense donde el Partido de la Matanza tuvo 130 hechos denunciados, siguiéndole el Partido de Lomas de Zamora con 93 casos según informan las Fiscalías Especializadas en piratería del asfalto.

Sin duda, estos datos reflejan que la seguridad debe apuntar a mucho más que medidas o recaudos, y debe ser una filosofía y un método de trabajo a la vez. Pensar la seguridad de modo integral implica pensar de forma conjunta en el tipo de mercadería a trasportar, los responsables del traslado, el recorrido a utilizar, la estrategia de seguimiento, la supervisión del personal propio y contratado como también la contra-logística de la tecnología utilizada. Es así que una vez acordado este procedimiento de modo integral, la tecnología de seguimiento, detección temprana y acción ante desvíos son una herramienta valiosa e indispensable.

Las bandas todavía obedecen a estructuras jerárquicas bien organizadas, con líderes experimentados. Estas bandas se reciclan. Son como empresas que tienen un jefe, y una línea de mandos que ejecuta en un circuito donde el jefe es el que contacta a los ‘gatilleros’, quienes son la mano de obra que levanta el camión. El jefe es una persona que posee los contactos y conocimientos profesionales, decide qué robar y qué no, alquila depósitos, comercializa la mercadería y la cobra.

La piratería del asfalto ha evolucionado de diversas formas para eludir la seguridad. Por un lado, desde lo organizacional estas bandas se crean y se esfuman tan rápido como la duración del robo. Por otra parte, desde lo tecnológico, poseen mucho dinero al servicio del delito, por lo cual proliferan inhibidores satelitales para evitar la transmisión del estado del vehículo al Centro de Monitoreo. Esto obliga a las empresas a dotarse de tecnologías capaces de advertir un evento de robo hasta inclusive antes que se produzca, implementando soluciones de alerta temprana y, en caso, de producirse el hecho, poder hacer el seguimiento de la mercadería siniestrada hasta su recupero.

Ante esta situación de inseguridad, es importante mantener la calma y comprender que existen soluciones que permiten proteger los bienes antes estos hechos. Pero para su logro, debemos mirar a «La Seguridad» NO meramente como un requisito de Póliza de Seguros, sino de trabajo a Conciencia, Continuo y de Cambio.

 

(*) El autor es Presidente de Ituran Argentina.

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