La Coordinadora del Transporte Lácteo creada hace un año por seis cámaras adheridas a la FADEEAC, logró que el gobierno de Santa Fe incorpore a empresarios de esa actividad a la denominada «cadena productiva» de la lechería, para participar de las medidas tendientes a paliar la crítica situación del sector.
«Se iniciaron trámites con el Ministerio de la Producción de Santa Fe, y nos han incluido en lo que se llama la Cadena Productiva Láctea, por lo cual ya estamos participando de las reuniones en ese ámbito», manifestó Adrián Ferrero, presidente de la Cámara Empresaria Sunchalense del Autotransporte de Cargas (CESAC).
«El problema es que la situación sigue siendo muy critica, y el sector enfrenta no sólo los contratiempos de la lechería, sino inconvenientes climáticos, por efecto de las escasas lluvias», afirmó Ferrero en declaraciones a Radiotransporte.
El dirigente, que coordina a las cámaras involucradas en las tareas en defensa de la lechería, puso como ejemplo que muchos empresarios de ese sector se están volcando al transporte de agua para riego de los campos, que por ausencia de pasturas no pueden abastecer de alimento a la hacienda.
Ferrero dijo que «han desaparecido muchas empresas que exclusivamente se dedicaban a la recolección de leche», y señaló que «quienes tenían camiones cisterna para lácteos están cargando agua de río para llevar a los campos que padecen sequía, porque hoy esto es más rentable».
«Lamentablemente estamos llegando al extremo de que es más rentable que transportar leche», ya que en los campos la escasez de agua es grave y «si no la hacienda se muere, ya que no va quedando agua ni en las napas freáticas», resaltó.
Para los transportistas del sector, el clima no es un dato menor. «La zona norte de Santa Fe hace tres años que no tiene una lluvia razonablemente intensa como para producir las pasturas que necesita la producción de leche, y por las rutas puede verse que es incesante el transporte de rollos para abastecer la siembra», agregó.
Además de esto, Ferrero sostuvo que «hay una merma de la producción láctea acompañada por precios muy bajos, y lamentablemente se cierran tambos prácticamente a diario en nuestra región, y por ende se están liquidando los stocks de animales que se destinaban para la actividad».
A estos inconvenientes se suma la casi imposible readaptación de los vehículos para otro tipo de cargas, ya que se trata en general de camiones del tipo «cisterna», que cumplen estrictas medidas bromatológicas y cuentan con características puntuales para este tipo de específico de carga.
Ferrero advirtió que el sector está pagando «casi 2,90 pesos el litro de gasoil, los insumos aumentan en forma diaria, incluyendo los sueldos, las exigencias bromatológicas y del SENASA nos obligan a estar al día con el equipamiento de acero inoxidable o los lavados químicos, no podemos dedicarnos rápidamente a otro tráfico y, encima, no es fácil vender una unidad usada cuando hay una merma tan grande de la actividad».
«Nosotros estamos luchando para mantener una tarifa rentable para los transportistas que se mantienen en la actividad, pero no es fácil, porque no sólo desaparecen los tambos, sino que muchas empresas con derivados del producto, como elaboradoras de quesos, han cerrado», manifestó.
La Coordinadora, que se creó en el 29 de julio de 2008 en Villa María, Córdoba, está integrada, además de la CESAC, por la Cámara Empresaria de Transporte Automotor de Rafaela (CETAR); la Cámara Empresaria de Autotransporte de Cargas Esperancina (CEACE); la Cámara Empresaria del Autotransporte de Cargas de Córdoba (CEDAC); la Asociación de Transporte de Cargas de Rosario (ATCR), todas adheridas a la FADEEAC, más la Asociación Transportista Recolectores Unidos de Leche (ATRUL).
Fuente: Radiotransporte