Un necesario enfoque integral

Son numerosos los desafíos que enfrenta la logística en nuestro país y su resolución no es algo que se pueda hacer rápidamente, sino que requiere de grandes inversiones tanto públicas como privadas. Si bien es cierto que en los últimos 15 años hemos logrado un significativo avance cuantitativo y cualitativo, aún quedan numerosos temas por resolver y desarrollar.

 

Tenemos un país muy extenso en territorio y las rutas en muchos casos no están en condiciones de ser transitadas correctamente. El paso del tiempo, sin la realización de obras, hace que se incrementen los caminos en mal estado provocando valiosas demoras y, lo que es mucho peor, la cuantiosa cantidad de accidentes viales que se producen día a día. En Argentina más del 75% de las cargas se transporta por vía terrestre, con lo cual es fundamental para crecer invertir seriamente en mejorar las rutas y caminos, lo que requiere una correcta y seria planificación a largo plazo pensando en el crecimiento poblacional futuro, para poder dimensionar con mayor aproximación un modelo de infraestructura moderno. 

El 84% de la red es de calzada simple la cual posee una alta tasa de siniestralidad. En este mismo sentido el organismo informa, en una evaluación del estado de las rutas en septiembre de 2011 sobre 20.000 km relevados, que el 53,2% se encuentra en estado «regular y malo». En la última década se puede apreciar una reversión del modelo de inversión de la década anterior, en donde era el sector privado el que realizaba mayormente las inversiones. En la actualidad se ha revertido al sector público fundamentalmente por la falta de un criterio de actualización de las tarifas de peajes. En lo que respecta a ferrocarriles, es claro que su utilización es más económica para transportar principalmente mercadería a granel, como cereales, minerales, piedras y materiales para la construcción. En países o regiones de gran extensión territorial, el ferrocarril es el principal modo de transporte de mercadería. En EEUU representa el 47% contra el 28% del transporte automotor, en Canadá representa el 55%, en Francia y Alemania es el 54%. En nuestro país representa tan solo el 18% del total de las cargas. Lógicamente es más conveniente transportar de la manera más económica, pero diversas razones hacen que su utilización aún no sea conveniente, entre las que podemos mencionar el nivel de servicio que aún no es adecuado para la necesidad actual, falta de confiabilidad fundamentalmente en los horarios y tiempos de traslados, pérdidas por faltante de mercadería, falta de un mayor servicio orientado al cliente, falta de un mejor gerenciamiento más profesionalizado y, por último, resaltar el intermodalismo que deberemos aún desarrollar en mayor magnitud. Es un claro desafío presente y futuro, un serio compromiso con un plan integrado de infraestructura nacional que profundice un desarrollo integral de los caminos y expanda la utilización de los ferrocarriles. Hoy en día el costo logístico en nuestro país es extremadamente alto y es vital para una nación que desea y debe crecer, lograr una competitividad concreta y, para ello, es imprescindible trabajar en estos aspectos.

Otro desafío fundamental es la capacitación en todos los niveles. Si bien es cierto que en los últimos años se puede apreciar como el sector se fue profesionalizando, tanto que hoy es común ver profesionales idóneos y formados en la materia gerenciando las áreas de logística en las organizaciones, es importante aún seguir profundizando un modelo de conocimiento mayor para enfrentar los cambios tan acelerados en nuevas tecnologías. Asimismo la oferta curricular en logística es mucho más amplia con licenciaturas en logística, múltiples cursos y ofertas de posgrado, lo que evidencia una creciente demanda en tomar capacitaciones específicas en la materia. No obstante lo expresado, sabemos que aún el camino por recorrer es largo y es importante profundizar una formación capaz de lograr soluciones más creativas que reduzcan los costos y tendientes a generar valor a las necesidades cada vez más complejas de los clientes. 

Quiero hacer foco en la necesidad de generar capacitación en los niveles operativos de la logística y especialmente en los choferes de camiones, ya que es el principal medio utilizado en Argentina para el transporte de mercaderías.

Si bien es obligatorio realizar los cursos de perfeccionamiento y psicofísicos para la obtención de la licencia nacional habilitante, es importante profundizar mayores planes de capacitaciones para mejorar la performance del chofer. El chofer es la cara visible de los productos que las empresas fabrican, por lo que deberían tener un entrenamiento en atención al cliente, por ejemplo. En los costos de transporte la incidencia del rubro combustible y mantenimiento de la unidad es muy significativo, con lo cual es esencial capacitar en conducción económica y en cómo minimizar roturas, o bien entender cuándo es conveniente realizar preventivos a los equipos. Son pocas las empresas organizadas con gran cantidad de camiones, mayormente son empresas familiares con algunas unidades que obtienen viajes de empresas dadoras de cargas. Estas empresas más chicas son las que requieren un mayor grado de formación, tanto para su propia dirección como para sus choferes. Será un factor clave del éxito si nos desafiamos y comprometemos a incentivar una mayor capacitación en estos niveles. Existen ofertas interesantes de capacitación para conducción en la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC) con simuladores virtuales para la capacitación de choferes.

Muchas empresas han tomado la decisión de delegar la logística o parte de ella en organizaciones especializadas conocidas como «operadores logísticos».  Estos brindan múltiples soluciones como ser almacenamiento de mercaderías, picking, desconsolidado de contenedores, control de inventarios, preparación de pedidos, distribución de pedidos, etc. En este aspecto es fundamental «compartir» información, es necesario no escatimar la misma para poder conocer toda variable necesaria en la toma de decisiones. Es muy frecuente que las empresas no compartan datos sensibles como pronósticos de demanda a los operadores, lo que hace que estos tengan información escasa que impide un mejor aprovechamiento de los recursos y, por consiguiente, una mejor eficiencia en la actividad mejorando los costos del servicio. Es importante fomentar un trabajo en equipo inclusive para atrás en la cadena logística, es decir, con los proveedores de insumos y materiales. Lograr una mayor cooperación en toda la cadena logística va a ser esencial para responder más rápidamente a las variaciones de la demanda. También podemos ver este aspecto dentro de las mismas organizaciones: el sector de ventas enfrentado con producción, compras contra finanzas y así varios ejemplos más. Digamos que hoy en día estamos viendo una mayor integración, saliendo del modelo organizacional por departamentos a uno por funciones en el que los procesos atraviesan los sectores. Esta mayor integración favorece mirar el proceso logístico como un todo integrado y no en partes que, en muchos casos, se hacen antagónicas entre sí. Por ello fomentar la cooperación es y será un factor clave de diferenciación logística.

En el primer punto desarrollamos dos aspectos de infraestructura necesarios para mejorar. Estos generan altos costos logísticos en la actualidad, perdiendo significativamente competitividad frente a otros competidores, es decir, que nuestros productos son comparativamente más caros que en otros países. Asimismo si pensamos en las extensas distancias que Argentina posee y dado los altos costos de transportar mercadería, se provoca o acentúa la falta de inversiones generando un círculo vicioso. El acceso al crédito a tasas razonables será vital para realizar las inversiones necesarias: modernización de flota de transporte, depósitos AAA, sistemas de estanterías (racks), softwares de gestión como WMS, TMS, otros, equipos de movimientos como autoelevadores, apiladoras, etc. Acuerdos a mediano o largo plazo entre empresas elaboradoras con operadores logísticos, que generen políticas de ajustes de tarifas razonables y justas, que eviten sacarse ventajas originando perdidas que terminan perjudicando a la empresa más débil. Esto último se da fundamentalmente en las empresas de transporte menos organizadas y sin un análisis profesional de una correcta estructura de costos, y provoca un entorno agresivo de tarifas que en el contexto actual de inflación genera un serio problema de supervivencia, lo que lleva a una pérdida del nivel de servicio en el corto plazo. Por ello es importante comprender la importancia de establecer acuerdos sustentables económicamente a mediano y largo plazo.

Por último, aunque no por ello menos importante sino todo lo contrario, será un claro desafío promover procesos que se orienten a la calidad cuidando el medio ambiente con prácticas claras de responsabilidad social empresaria.

Con el tiempo, la selección de organizaciones tanto prestadoras de servicios, como operadores logísticos y fabricantes, será orientada por su grado de compromiso en estos aspectos. Las nuevas generaciones tienen mucho más claro y se comprometen seriamente con el cuidado ambiental. Es importante concientizar sobre responsabilidad social en las organizaciones y generar cambios con programas concretos que procuren mejores prácticas organizacionales.

(*) El autor es Lic. en Administración (UBA) y Posgrado en Logística (UADE). Gerente General de NB Cargo SRL y PLB Logística SRL.

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