Una deuda con el desarrollo

 |   3 de septiembre del 2018
Una deuda con el desarrollo

El Residuo Sólido Urbano (RSU) o residuo urbano es aquel que implica basura o desecho, y no incluye en su definición a los catalogados como peligrosos. Es sólido y se genera en los núcleos urbanos o en zonas de influencia: domicilios particulares, comercios, oficinas y servicios. En los países desarrollados la cultura de «usar y tirar» se ha extendido generando gran cantidad de estos residuos.

Desde hace mucho tiempo el tratamiento de estos residuos es un problema que va creciendo año tras año.

Estado de situación local

Actualmente, en el interior de la Provincia de Buenos Aires, tanto su recolección como su tratamiento son complejos. Los residuos  son depositados en terrenos a cielo abierto, prácticamente sin tratamiento, generando un impacto ambiental negativo para la población y para el futuro de esas tierras. Es por eso que desde hace unos años se está empezando a tener una mirada más específica sobre el destino de los residuos y han comenzado a desarrollarse  programas de reciclado a escala para poder potenciarlos. Estos programas demandan presupuesto y recursos que no todos los distritos disponen, mientras que, por otro lado, contar con la colaboración de los habitantes es vital para la reducción de los RSU. En este sentido, sería interesante y de gran valor promover proyectos educativos que no requieran de grandes inversiones para transmitir a la población la importancia del reciclado.

En el Gran Buenos Aires, los residuos son recolectados y llevados a Rellenos Sanitarios con un sistema de enterramiento. Eso significa que los mismos son enterrados con el debido proceso de acuerdo a las normas medioambientales vigentes. En muchas localidades hay Recuperadores Urbanos o Cooperativas que se dedican a separar el material reutilizable, lo seleccionan y comercializan. De esa forma encuentran una forma de ingreso además de la gran colaboración que significan estos procesos en  la reducción de los residuos.

Existen también, distintos programas de separación en origen que reducen significativamente la cantidad de RSU que van a los rellenos. Estos programas se llevan a cabo mediante puntos de recepción de residuos. Estos residuos deben tener la separación en origen adecuada, para luego ser llevados a los centros de separación donde se los clasifica por tipo de material y luego se los inserta al mercado como materia prima.

Concientización y profesionalismo

Nuestra población tiene que empezar a tomar conciencia del tiempo que estamos dejando pasar al no abordar el tema del reciclado o la reutilización como herramienta vital para la reducción de los residuos y  para la mejora de la contaminación ambiental. La composición de nuestros residuos se agrupa casi en un 50 % de Húmedos, 14 % Plástico, 16 % Papel y Cartón 5% vidrios y Metales 15%.

Para alcanzar un sistema realmente eficiente de recolección, tratamiento y disposición final de residuos, debemos comenzar por formar nuestras bases. Esas bases se establecen desde la más temprana edad en los chicos y alcanzan también a los más grandes. Es preciso enseñar los procesos y cultivar la cultura del cuidado del medio ambiente, la importancia del reciclado y la separación de los residuos.

Todo el sistema de recolección, tratamiento y disposición de los residuos es una tarea compleja en términos de riesgos para aquellos que operan los distintos equipos, a pesar de que en cada uno de los procesos se cuenta con el equipamiento adecuado y se trabaja mucho con la capacitación de los operarios, supervisores y los elementos de protección personal para cada uno de ellos. Algunos de los equipos que operan en las distintas etapas son: Camiones compactadores para los casos de Recolección Domiciliara – Topadoras, retro excavadoras para los rellenos sanitarios – Cintas transportadoras / trommel / enfardadoras en las plantas de recuperación y reciclados.

Tecnología aplicada

La tecnología empieza a tener una participación importante en estos servicios. Muchas de las empresas de servicios aportan sus equipos de desarrollo a fin de instrumentar alternativas. Tal es así, que estos equipos, en su gran mayoría, cuentas con distintos sistemas de seguimiento satelital para vehículos y contenedores, y se han implementados compactadores con carga lateral automatizada. De esa manera la implementación de tecnología permite que cada uno de los equipos dedicados a los Servicios de Higiene Urbana incorporen innovaciones, desarrollo y tengan trazabilidad, control y datos. Esos datos son volcados a los registros de cada prestadora y van formando una base que resulta fundamental para realizar los análisis de los avances que se van llevando en cada zona.

La logística tiene mucho por aportar en el camino hacia un sistema de gestión de residuos maduro y eficiente en Argentina. Una gestión logística especializada de estas operaciones aportaría principalmente orden y datos concretos que posibilitarían, por ejemplo, una distribución exacta de los ruteos, con su consecuente optimización de recursos, menos consumo energético y menor contaminación. También sería posible desarrollar un sistema de recolección con monitoreo de contenedores y con información en tiempo real sobre el peso, ubicación y estado de estos recipientes. La Ciudad de Buenos Aires cuenta en la actualidad con un sistema bastante desarrollado, donde la participación de la logística constituye un aporte muy importante.  

* El autor es Gte. De Proyectos, ERSA Ambiental.

https://www.skynde.com/

Marcela Vincenti

Licenciada en Periodismo y Comunicaciones. Organizadora de eventos. Especialista en la industria logística y alimentaria. Cuenta con 17 años de experiencia en la gestión de contenidos y en la creación de estrategias editoriales.

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