Por: Andrea González Bayón (*)
En tanto, sobre lo anteriormente expuesto, algunos especialistas señalan que alcanzar los ODS requeriría entre 5 y 7 billones de dólares por año, lejos de los niveles de inversión realizados a nivel mundial; y un informe de Times Higher Education señala que los gobiernos de los países del G20 no están aprovechando el poder de las universidades para ayudarlos a cumplir los ODS. Esto nos demuestra que, si queremos acelerar el impacto, tenemos que potenciar el trabajo colaborativo entre los distintos actores de la sociedad.
La cooperación entre empresas, academia, StartUp y Gobierno y la sociedad es fundamental, no solo porque permite llegar a una mayor cantidad de personas, sino también porque hace más eficiente la gestión de los recursos, y enfoca los esfuerzos según la expertise de cada uno; genera un trabajo en conjunto para desarrollar políticas públicas que permitan efectivamente avanzar hacia un Chile más sostenible; y lo más importante, permite la transferencia de conocimiento entre los distintos actores, desde temas técnicos y operativos, hasta data para generar las mejores iniciativas en pos de la sociedad y fomentar la innovación y la mejora continua.
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De hecho, según un artículo del Foro Económico Mundial, las universidades son vitales porque “forman a la próxima generación y preparan a futuros líderes; hacen los descubrimientos revolucionarios que necesitamos para afrontar los mayores retos del mundo; y transfieren sus conocimientos e ideas desde sus aulas y laboratorios a la sociedad, a través de colaboraciones con gobiernos y empresas”.
Entre todos, podemos potenciar aún más iniciativas como inversión en nuevas tecnologías e infraestructura para mejorar la conectividad a lo largo de la región, ya que según un informe publicado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), apenas el 43,4% de las poblaciones rurales cuentan con servicios de conectividad significativa. Además, podemos fomentar la adopción de nuevas herramientas; educar y capacitar, desde edades tempranas, para que más mujeres se desenvuelvan en el mundo STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), ya que, según datos brindados en la XV Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, en América Latina la proporción de mujeres graduadas de carreras no supera el 40%. Asimismo, debemos impulsar una cultura de innovación y emprendimiento, entregando oportunidades de desarrollo y crecimiento a StartUps, junto con promocionar, desde los ámbitos de cada uno, una correcta consciencia ambiental y social.
Si bien no hay dudas que las empresas tienen un rol importante y deben trabajar para reducir su impacto ambiental y social, el desafío está en ir más allá. Es fundamental que todo el ecosistema adopte un enfoque integral hacia la sostenibilidad. El futuro está en nuestras manos y nuestras decisiones marcarán la diferencia. Tenemos que, en conjunto, ser parte del cambio, y ser impulsores de la innovación y promotores de la creación de soluciones sostenibles a nivel global para liderar el cambio hacia un futuro más consciente y sostenible.
(*)Gerenta de Estrategia y Sostenibilidad de Ecosistema Falabella.
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