El avance de los vehículos eléctricos (VE) en Argentina enfrenta desafíos significativos en términos de registros, infraestructura y legislación. Durante 2024, la cantidad de autos 100% eléctricos patentados fue motivo de confusión. Según la Asociación de Concesionarios de Automotores (Acara), se registraron 277 unidades, un 28% menos que en 2023. Sin embargo, las cifras presentan inconsistencias debido a la falta de diferenciación entre versiones de combustión y eléctricas de un mismo modelo.
El medio especializado InsideEVs ejemplifica esta cuestión de la siguiente manera: “Acara pone en un mismo casillero y cuenta como un mismo producto a la Ford Transit fabricada en Uruguay y a la E-Transit importada de Turquía. Coloca en un mismo conjunto de patentamientos al Renault Kwid fabricado en Brasil y al Kwid E-Tech procedente de China. No discrimina entre el Ford Mustang V8 procedente de Estados Unidos y el Mustang Mach-E fabricado en México”.
En ese marco, las mediciones de la consultora privada Siomaa (Sistema de Información Online del Mercado Automotor de Argentina) ofrecen estadísticas más detalladas, y arrojan que los patentamientos de autos 100% eléctricos en 2024 ascendieron a las 555 unidades.
Entre ellos, la marca Renault lideró el listado tras comercializar 255 unidades, mientras que el Kwid E-Tech fue el modelo más vendido con 144 unidades. Este escenario expone la falta de rigurosidad a la hora de llevar las cuentas y la necesidad de que la Dirección Nacional del Registro de la Propiedad Automotor (DNRPA) recupere el control de las estadísticas.
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De acuerdo a Siomaa, estas fueron las marcas que registraron las ventas en el país en 2024: Renault (255), Coradir (134), Ford (80), Mercedes-Benz (21), Volvo (16), Baic (15), Sero (5), Skywell (5), BMW (4), Nissan (4), Peugeot (4), Audi (4), DFSK (4), Volt Motors (2) y Fonix (1).
Red de carga para VEs
En cuanto a la infraestructura de carga, el crecimiento ha sido constante, pero insuficiente para una transición masiva hacia la electromovilidad. Las estaciones de servicio lideran la instalación de cargadores rápidos para viajes largos, facilitando recorridos como Buenos Aires-Córdoba o hacia la Costa Atlántica. Sin embargo, el despliegue no ha alcanzado el ritmo necesario.
La rentabilidad del sector depende, en gran medida, del consumo en tiendas de conveniencia durante la carga, así como de alianzas con fabricantes de vehículos, empresas tecnológicas y distribuidoras de energía. Asimisimo, será fundamental el avance de innovaciones tecnológicas como aplicaciones con geolocalización y medios de pago integrados, con el objetivo de simplificar la experiencia de los usuarios.
Una de las claves para que se propaguen las terminales de carga con mayor frecuencia es la adopción de la electromovilidad por parte del transporte público. En ese sentido, se destaca el proyecto que impulsa el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en sociedad con el Grupo Dota, para que este último emplee colectivos eléctricos en sus recorridos (iniciativas similares tuvieron lugar en Córdoba y Santa Fe).
Inicialmente serán sin costo para los usuarios, y su recorrido comprenderá una vuelta de más de 12 kilómetros con 36 paradas. Habrá unos 12 colectivos, que circularán con una velocidad limitada, y la capacidad aproximada es de 6 asientos y espacio para que viajen personas paradas.
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Además, se espera el arribo de los trambús eléctricos, vehículos similares a los tranvías, pero con ruedas como las de los colectivos y sin necesidad de la construcción de una vía. Para su abastecimiento, la city porteña pretende contar con 60 unidades de equipos especializados con sus respectivos cargadores de potencia. La licitación ya está en marcha y las propuestas están se analizarán entre fines de enero y principios de febrero.
Se espera que este influjo de modelos eléctricos destinados al transporte de pasajeros urbano acelere el desarrollo de infraestructura de carga a lo largo de 2025.
Regulaciones e incentivos
En el ámbito legislativo, un nuevo proyecto de ley busca establecer un marco normativo integral para la electromovilidad en la Argentina. Impulsado por diputados del PRO, propone incentivos económicos, desarrollo industrial y promoción de infraestructura eléctrica en todo el país.
Además, contempla la innovación tecnológica y el fomento de vehículos eléctricos para reducir el impacto ambiental de los combustibles fósiles. Este proyecto se alinea con compromisos internacionales como el Acuerdo de París y la Declaración de Río, pero también pone de manifiesto la falta de un régimen de promoción industrial en el pasado.
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La inciativa impulsada por los diputados nacionales Héctor Baldassi, Martín Yeza y Hernán Lombardi incluye el impulsar a la innovación científica y tecnológica orientada al desarrollo de alternativas energéticas eficientes y sustentables. El fomento del desarrollo industrial, diseño y producción de vehículos eléctricos y alternativos dentro del país.
Asimismo el proyecto apunta a facilitar y estimular la implementación de la infraestructura eléctrica necesaria para garantizar la adopción y transición hacia la electromovilidad en todo el país; Instar al Consejo Federal del Medio Ambiente a promover políticas públicas estratégicas que faciliten la transición hacia la electromovilidad y minimicen el impacto nocivo del uso de vehículos propulsados por combustibles fósiles sobre la salud de la población; establecer incentivos económicos que faciliten y amplíen el acceso y adopción de alternativas de electromovilidad por parte de la ciudadanía.
El futuro de la electromovilidad en Argentina depende de abordar estos desafíos de manera integral. Mejorar la calidad de los registros, expandir la infraestructura de carga y aprobar una legislación efectiva serán claves para consolidar el rol de los vehículos eléctricos en un modelo de transporte sostenible para 2025.